Saturday, November 10, 2007

Obstáculos para la Sanidad - Cuarta Parte

Cuarto Obstáculo

Pablo Dejó Enfermo a Trófimo en Mileto

En 2 Timoteo 4:20 dice: “Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo.

Algunos personas dicen que la sanidad divina no debe ser siempre la voluntad de Dios debido a que Pablo dejó enfermo a Trófimo en Mileto.

En mis años ministrando itinerantemente y como pastor he visto que en casi todas mis reuniones algunas personas se quedan enfermas, pero también que varios de ellos son sanados.

Es lo mismo que casi todas mis reuniones hay personas que no son salvas, aunque también consigo que varios se salven.

Pablo, como apóstol, no llevaba el poder sanador a todos lados. La sanidad es principalmente una cuestión de fe de parte de quien la recibe.

Sin importar cuanta fe tenga un ministro, los efectos de la duda de la persona ministrada anulará la fe del ministro. La Biblia dice: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?” (Amos 3:3); por supuesto que no.

Jesús dijo enseñando acerca de la oración de acuerdo: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19).

Podemos ver dos cosas en este verso, si ambos están de acuerdo tendrán una respuesta, pero si no lo están no recibirán una respuesta a la oración; y lo mismo sucede con la sanidad divina.La fe de Trófimo era necesaria para que pudiese recibir su sanidad.

Pablo hizo en sus cartas una diferencia entre los milagros y las sanidades. Los milagros de sanidad son sanidades instantáneas. Las otras sanidades también son de Dios pero son graduales.

Juan 4:46-53
46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.
53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

Cuando Jesús oró por el hijo del noble, la Biblia dice que el niño empezó a mejorar desde esa hora.

Es probable que cuando Pablo dejó a Trófimo, él aún estaba enfermo externamente, pero es un hecho que el proceso de sanidad había empezado.

Por lo general las sanidades graduales son más numerosas y comunes que las instantáneas. Así que si no ocurre la manifestación de tu sanidad instantáneamente no te preocupes, el poder sanador de Dios ya entró en tu cuerpo solo debes mantenerte firme creyendo la Palabra de Dios y declarando tu sanidad.

Thursday, November 01, 2007

Obstáculos Para La Sanidad - Tercera Parte

Tercer Obstáculo
Ezequías Usó Un Emplasto Medicinal

En Isaías 38 dice:

Isaías 38:1-5

1 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.

2 Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová,

3 y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.

4 Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:

5 Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.

Luego leemos en los versos 20 y 21 de ese capítulo: “Jehová me salvará; por tanto cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. Y había dicho Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará.”

Algunos se preguntan porque Isaías le dijo a Ezequías que le pongan una masa o emplasto medicinal de higos en su cuello. Un erudito bíblico que fue médico, ministro y estudiante del idioma hebreo dijo que de acuerdo al hebreo, Ezequías tenia carbunclo (una infección dolorosa de la piel que puede producir la muerte por infección a la sangre) en su cuello. Esto era muy serio.

Dios le dijo a Ezequías que no iba a morir sino que iba a vivir 15 años más. Por eso el emplasto medicinal no era necesariamente una ayuda medicinal. Tampoco tenía poderes curativos. No sirvió de propósito médico. A través de los siglos muchas personas han usado diferentes emplastos medicinales como agentes de limpieza. Algunos piensan que este emplasto pudo ser usado para eso.

Sin embargo, yo estoy convencido que Dios le dijo a Ezequías por medio del profeta Isaías que se pusiera ese emplasto como un acto de obediencia y fe, tal como le dijo a Naamán, el leproso, que se sumerja siete veces en el río Jordán para que sane su lepra.

El sumergirse en el sucio río Jordán no tenía ningún valor curativo. Eso no sanó a Naamán como tampoco ese emplasto sanó a Ezequías. Fue una prueba de fe y obediencia.

Muchas veces veces el Espíritu de Dios me guía a decirle a algún enfermo que haga algo como una acción de fe para poder ser sanado.

Una vez mientras predicaba en la ciudad de San Javier al sur de Chile, el Señor me guió a decirles a 4 personas que llegaron con muletas que tiren sus muletas y se pusieran a correr; no me dijo que orase por ellos o que les impusiera las manos.

Los 4 tiraron sus muletas y se pusieron a correr completamente sanados. Al día siguiente el Pastor de la iglesia tuvo que alquilar un local más grande para continuar la campaña.

Cuando Dios le dice a alguien que haga algo, eso requiere de un acto de obediencia para desatar su fe y recibir su sanidad. Esto no significa que todo el que corra por un pasillo será sanado, sino que si Dios te dice que lo hagas y lo haces, entonces serás sanado.