Friday, February 08, 2008

La Autoridada del Creyente - Parte 2

¿Quien es el Ladrón?


Marcos 4:35-39
35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras arcas.
37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

Aquí están los discípulos en medio de una gran tormenta, ¿quién envió la tormenta? Definitivamente no fue Dios.

Si hubiera sido Dios, ¿por qué Jesús la detuvo? Si Dios envió la tormenta y Jesús la detuvo, entonces Jesús se levantó en contra de la voluntad de Dios.

En Juan 14:10 dice: “¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.”

Jesús está diciendo aquí que las palabras que Él habla y las obras que Él hace no las hace por si mismo sino que el Padre que vive en Él las hace.

Si Dios envió esa catástrofe y Jesús la detuvo Él se estaba rebelando abiertamente contra el Padre.

Veamos lo que dice Marcos 3:24-25: “Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.”

Algo no debe estar bien con esta forma de pensar.

Debemos reconocer quien es nuestro enemigo.

Veamos lo que dice Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

Al contrastar las obras de Dios con las obras del diablo Jesús dijo:

Juan 9:4

La Biblia al Día
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.

Biblia del Pueblo de Dios
Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar.

Palabra de Dios Para Todos
Durante el día debemos hacer el trabajo del que me envió porque cuando viene la noche nadie puede trabajar.

En otra ocasión mientras hablaba con Felipe hizo una declaración asombrosa:

Juan 14:7-11
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

Jesús está diciendo que el que lo veía estaba viendo al Padre, es decir; si queremos saber como es Dios debemos ver a Jesús.

Volviendo a Juan 10:10, la pregunta es: ¿Quién es el ladrón?

Evidentemente Jesús no es el ladrón, porque Él vino a traer vida; y como Él hacía lo que el Padre le decía, entonces Dios es el Padre tampoco es el ladrón; entonces solo nos queda la posibilidad de que el diablo es el ladrón; el es quien está aquí para robar, matar y destruir.


Wednesday, February 06, 2008

La Autoridad del Creyente - Parte 1

Reconoce Quien es tu Enemigo

2 Corintios 4:4

La Biblia al Día
El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

La Biblia Latinoamericana
Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.

La Biblia en Lenguaje Sencillo
La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no los deja.

Nueva Biblia de los Hispanos
En los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento (la mente) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.

En este pasaje vemos cual es el enemigo con el que tenemos de tratar.

Satanás es el dios de este siglo o mundo presente

El término siglo o mundo es “aion” que según Vine significa: “Una edad, era, significa un período de duración indefinida, o tiempo contemplado en relación con lo que tiene lugar en el período. El sentido que tiene la palabra no es tanto el de la longitud misma de un período, sino el de un período marcado por características espirituales o morales.”

Satanás es el “dios” de este periodo marcado desde la caída del hombre hasta el tiempo de la Segunda Venida de Jesús en que será derrotado y encadenado por mil años.

En ese periodo Satanás ha cegado la mente o entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz de Cristo.

Pero lo que no sabe es que Dios nos ha dado las armas para la victoria.

Efesios 6:10-17
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

No tenemos por que ser vencidos Dios nos ha dado las armas para la victoria, solo debemos tomarlas y caminar en la victoria que dios nos dio.

En la época de las grandes campañas en carpa en los Estados Unidos, un predicador tenía una carpa que albergaba 20 mil personas.

Al ponerla en Texas vino un tornado y se la llevó.

Estando en una reunión para levantar fondos para una nueva carpa, este predicador dijo: “No se si fue Dios o el diablo quien se llevó mi carpa.”

Este predicador no se dio cuenta que no es Dios quien está en el negocio de llevarse las carpas; es el diablo; Dios está en el negocio de que se predique el evangelio no de estorbarlo.

Hay gente que piensa: “Si, pero Dios lo permitió.”

¡No! Satanás es el Dios de este mundo presente como vimos en 2 Corintios 4:4; y las leyes que gobiernan este mundo vienen en su mayoría de la caída del hombre.

Por ese motivo la gente no se da cuenta y acusa a Dios de todas las cosas malas que ocurren, tales como accidentes, catástrofes, terremotos, tsunamis, epidemias, enfermedades, muertes de nuestros seres queridos.

Cuando mi hermano se fue al cielo, mi papá me preguntaba por que se lo había llevado Dios y yo con mucha tristeza le dije que Dios no estaba manejando el carro.

No podemos echarle la culpa a Dios de las cosas que nos pasan.

Saturday, February 02, 2008

Obstáculos Para la Sanidad - Sétima Parte

Sétimo Obstáculo

La Enfermedad es la Disciplina de Dios

Es verdad que la Biblia dice: “Porque el Señor al que ama disciplina. . .” (Hebreos 12:6). Sin embargo no dice: “El Señor enferma al que ama.”

Es un error tomar una pequeña porción de la Biblia y tratar de probar algo.

No hay referencia a la enfermedad en este texto. La palabra disciplina no implica enfermedad o dolencia en el texto original griego.

Para conocer el completo significado de esta palabra veamos los escritos del reconocido erudito del idioma griego, el Dr. Robert Young y a W. E. Vine, autor del libro “Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento” (An Expository Dictionary of New Testament Words).

En ellos aprendemos que la palabra disciplina significa entrenar a un niño, educar o enseñar. Así como los bebés necesitan ser enseñados y corregidos para poder crecer como niños saludables y adultos, así también los bebés cristianos necesitan ser enseñados y corregidos para crecer y llegar a ser cristianos espiritualmente saludables. Esta palabra en el griego original significa que necesitan ser disciplinados y gobernados.

Muchos de los problemas de hoy se originan en la falta de disciplina y entrenamiento religioso en el hogar. Los niños deben ser disciplinados, corregidos y entrenados en amor.

En Mateo 7:9-11 dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Dios nos entrena y disciplina con mano amorosa, “porque el Señor al que ama disciplina.”