Saturday, June 29, 2013

La Llave Que Abre Las Puertas Del Cielo


La Llave Que Abre Las Puertas Del Cielo


Hace unos meses veía un comercial en la televisión que decía esta frase: “Que es una puerta cuando uno tiene la llave”. Y esto es una realidad en la oración, nosotros tenemos la llave que nos abre las puertas del Cielo; tenemos el nombre de Jesús.

Juan 16:23-24
23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Tu tienes la llave, solo debes usarla.


¿A Quien Debemos Pedirle?

Mucha gente no recibe respuesta a sus oraciones porque lo hace de manera incorrecta; al orar le están pidiendo a la persona incorrecta, le piden a Jesús, al Espíritu Santo o algún mediador particular; pero nuestra oración debe hacerse al Padre.
            
En nuestro texto de Juan 16:23 vemos que nuestras peticiones deben hacerse al Padre.
            
La palabra preguntar es la palabra griega erotao que significa: “Una petición basada en la igualdad o familiaridad con la persona a la que se le hace la petición.”
            
Jesús les está diciendo a los discípulos que viene un día en el que el no estará con ellos y ya no podrán hacerle peticiones con la relación de familiaridad que tenían antes.
            
La palabra pedir es aiteo que significa: “Es la actitud de un suplicante; la petición que hace una persona de menor posición a otra que está en mayor posición.”
            
Ahora las peticiones tienen que hacerse a alguien que está en mayor posición, nuestro Padre celestial.
           
Mateo 6:9
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Jesús mismo nos enseñó que debemos orar al Padre.

Mateo 7:11
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan.

 El Padre dará buenas cosas a los que le pidan.

Lucas 13:11
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

El Padre dará el Espíritu Santo a los que le pidan.

2 Corintios 1:3
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.

Efesios 1:3, 15-17
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.

En estos y otros versos podemos ver que el apóstol Pablo siempre oraba al Padre.
            
Si queremos recibir respuesta a nuestras oraciones debemos pedirle al Padre en el nombre de Jesús.


¿Cuál Debe Ser Nuestra Actitud al Orar?

Juan 16:24
24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Debemos estar gozosos sabiendo que Dios responde nuestras oraciones cuando se las hacemos en el nombre de Jesús.
            
Nuestro gozo se completa al momento que recibimos la respuesta por las cosas que le hemos pedido a Dios.

Filipenses 4:6-7
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
           
Cuando has orado, ya no es tiempo para afanarte y preocuparte, sino que es el momento de empezar a darle gracias a Dios porque Él ya te respondió afirmativamente.

Efesios 5:20
20 Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Debemos darle gracias al Padre en el nombre de Jesús.


¿Cómo Abrir las Puertas del Cielo?

Yo, como muchos de ustedes, tengo una cuenta de ahorros en un banco, además tengo una tarjeta para retirar dinero de los cajeros automáticos del banco.
            
Si necesito dinero y el banco está cerrado, lo único que debo hacer es poner mi tarjeta en la máquina y sacar el dinero que necesito.
            
Por otro lado, si coloco la tarjeta incorrecta, el cajero no me dará el dinero que necesito.
            
El cajero funciona con la tarjeta correcta.
            
Igual es con la oración; la gente debe orar de la manera correcta.
            
Mucha gente termina sus oraciones diciendo: “Si es Tu voluntad”; lo cual parece ser muy piadoso, pero no tiene ningún resultado.
            
En primer lugar en 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 
            
Es decir, Dios solo responde oraciones que se hacen de acuerdo a Su voluntad; por eso, si no conoces la voluntad de Dios te encuentras en problemas, Dios no te escuchara.
            
Por otro lado, al orar “si es Tu voluntad”; estás orando en incredulidad. Si no hay respuesta a tu oración dirás: “No era la voluntad de Dios”.
            
No busques excusas para tu falta de respuesta a la oración; haz las cosas de la manera correcta y las puertas del cielo se te abrirán.
            
En Juan 16:23 vemos que la voluntad de Dios es darte todo lo que le pidas en el nombre de Jesús, así que no pierdas mas tiempo y empieza a pedir al Padre en el nombre de Jesús.



Thursday, June 20, 2013

Siete Pasos Que Te Ayudarán A Recibir La Respuesta De Tus Oraciones

Siete Pasos Que Te Ayudarán A Recibir La Respuesta De Tus Oraciones


En esta enseñanza vamos a tratar los aspectos fundamentales de la oración que obtiene resultados. El seguir estos pasos te serán de gran ayuda para recibir la respuesta que buscas.


Primer Paso
Decide lo que Quieres Recibir

Santiago 1:6-8
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 
8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Una persona que no sabe lo que quiere nunca recibirá nada de Dios.

La palabra que se usa para dudar es diakrino, que significa: “separar entre dos” u “oscilar”.

Cuando era niño, mis abuelos tenían un reloj de péndulo en la sala de su casa; yo veía que marcaba el tiempo yendo de izquierda a derecha una y otra vez, sin parar. Muchos creyentes hacen lo mismo, están de un lado a otro, sin saber lo que quieren.

El hombre de doble ánimo es como el niño al que se le lleva a la juguetería, quiere todos los juguetes que hay, no sabe por cual decidirse, y al final el padre es el que escoge por el niño.
Debemos aprender a decidirnos.

Juan 15:7
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Al momento de orar debemos saber lo que queremos. Notemos que el verso dice: querer y no necesitar. 

Mucha gente piensa que Dios solo quiere darnos las cosas que necesitamos; pero este verso dice que podemos pedir lo que queremos y Dios no los dará.

Marcos 10:46-52
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 
48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Notemos que en la sanidad de Bartimeo, Jesús le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Para poder recibir algo de Dios, Bartimeo necesitaba quererlo. 

Mucha gente no recibe nada de Dios porque no quieren nada.

Dios te pregunta hoy: ¿Qué quieres que haga por ti? Así que decide lo que quieres y se determinado en ello.


Segundo Paso
Encuentra las Escrituras que Prometan lo que Quieres

Si ya sabes lo que quieres necesitas el respaldo de los versos que prometen lo que quieres recibir de Dios.

1 Juan 5:14-15
14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 
15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Aquí encontramos la clave para la oración respondida, pedir de acuerdo a Su voluntad. Y, ¿dónde encontramos su voluntad? En Su Palabra.

Si queremos tener respuesta a nuestras oraciones siempre debemos orar basados en la Palabra de Dios.

Lucas 4:1-12
1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 
2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 
3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en pan. 
4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. 
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 
10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 
11 y, En las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 
12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

Durante la tentación en el desierto Jesús usó tres veces la Palabra de Dios para derrotar al diablo. 

La Palabra de Dios es lo que nos trae victoria en cualquier circunstancia en la que nos encontremos y nos da la respuesta deseada.

2 Pedro 1:3-4
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia

Todas las cosas que necesitamos y deseamos en esta vida ya han sido provistas por Dios. Así que nosotros podemos disfrutar de todas estas cosas.


Tercer Paso
Pídele a Dios las Cosas que Necesitas

Este paso es tan obvio que parece tonto darlo; pero la verdad es que muchos creyentes no le piden a Dios las cosas que desean. Dan por descontado que Dios les dará las cosas que no le piden lo que necesitan.
Mateo 7:7-11
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 

Aquí el énfasis está en que debemos pedir si es que queremos recibir.

Santiago 4:2
2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Las personas no reciben las cosas que desean porque no las piden.

Es como una persona que va a un restaurante, se sienta en la mesa, lee el menú, se queda una hora y se va a su casa sin comer nada. ¿Por qué no comió nada? Porque no pidió nada.

 Si quieres algo debes ir y pedirle a Dios, que Él te responderá.


Cuarto Paso
Cree que Recibes

Marcos 11:23-24
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

En este verso vemos que debemos creer antes de recibir.

El verso 24 en la Versión Amplificada dice: “Cuando ores, ten confianza y cree que se te ha concedido, y lo tendrás.”

Mucha gente está esperando ver la respuesta para empezar a creer; pero si ya lo tienes para que necesitas creer que lo tendrás.

Uno cree primero y después ve la respuesta.

Juan 20:24-29
24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 
25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 
27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 
28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 
29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Aquí vemos a Tomás diciendo: “Ver para creer”.

Tomás es como mucha gente que está esperando ver primero para luego empezar a creer. 

Pero la fe no funciona así, tu primero crees lo que has pedido y luego lo verás.

Notemos que Jesús llamó incrédulo a Tomás por decir “ver para creer”; y dijo además: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron”

¿Por qué? Porque él que cree antes de ver recibirá cualquier cosa que pida.


Quinto Paso
Rehúsa Dudar

Como dijo F. F. Bosworth: “Cree en tus creencias y duda de tus dudas”.

El único problema es que la mayoría de los creyentes hacen las cosas al revés, creen en sus dudas y dudan de sus creencias.

Santiago 1:6-7
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 

Como vimos antes la palabra duda nos habla de oscilar.

El problema en la iglesia es que hay muchos “creyentes margaritas”. Son creyentes que hoy creen, mañana dudan, al día siguiente creen y luego vuelven a dudar. Están siempre a ambos lados del péndulo.

Son como el joven que deshojaba una margarita mientras pensaba en su novia y decía: “Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...”.

Así están muchos creyentes: “Creo que recibo, no creo que recibo, creo que recibo, no creo que recibo...”. Ese tipo de persona nunca recibirá de Dios.

Mateo 14:22-32
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.

En este pasaje podemos ver un ejemplo de lo que es la duda.

Pedro estaba en la barco y cuando vio a Jesús le dijo: “Si eres tu manda que yo camine sobre las aguas”. Y Jesús le dijo: “Ven”.

Pedro salió de la barca y empezó a caminar sobre el agua. Mientras el camino sobre las palabras de Jesús, siguió caminando por encima de las aguas; pero cuando puso sus ojos en el mar, las olas y el viento empezó a hundirse.

La duda es sacar los ojos de la Palabra de Dios y ponerlos en las circunstancias.

Marcos 11:23
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 

Siempre habrán circunstancias que se levanten en contra de lo que estamos creyendo; pero nosotros debemos rehusar dudar y ordenarle a ese monte de circunstancias adversas que se mueva.


Sexto Paso
Medita las Promesas

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

La clave para el éxito en nuestra vida cristiana es la meditación de la Palabra de Dios.

La palabra hebrea para meditar es hagah que significa: gemir, refunfuñar, proferir, hablar, decir, meditar, reflexionar, ponderar, murmurar.

El meditar no es poner la mente en blanco repitiendo un sonido como hacen las religiones orientales, sino mas bien colocando algo en ella.
Proverbios 4:20-22
20 Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. 
21 No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; 
22 Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. 

El meditar la Palabra de Dios es ponerla delante de nuestros ojos. Es decir, vernos en posesión de las cosas que le hemos pedido a Dios; y hacer planes como que ya son una realidad en nuestra vida.

Marcos 5:25-29
25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, 
26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, 
27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 
28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 
29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

En el verso 27 vemos que la mujer decía; no dice que dijo; si no que decía, esto nos habla de una continuidad en el decir; ella decía una y otra vez: “Si tan solo toco el manto de Jesús seré sana, si tan solo toco el manto de Jesús seré sana, si tan solo toco el manto de Jesús seré sana....”; y fue tocó el manto de Jesús y fue sana.

Al decir estás palabras ella estaba meditando la Palabra; se estaba viendo sana, y al hacerlo ella fue y recibió su sanidad.

Un hermano dijo: “Si lo puedes ver, lo puedes tener.”

Eso es lo que debes hacer, debes ir una y otra vez a las promesas de la Palabra que te prometen lo que quieres recibir de Dios, hasta que se hagan una realidad en tu vida.

2 Corintios 4:13
13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos

Si tu has creído la Palabra debes empezar a hablarla hasta que se haga una realidad en tu vida.

La Dra. Lillian Yeomans; pionera de la sanidad a principios del siglo pasado; tenía casas de sanidad donde ministraba a los enfermos con la medicina de Dios. 

Ella cuenta que un día llego una mujer que tenía tuberculosis en su grado terminal. La ministró con la Palabra, le dio un cuarto y le dijo que repitiese: “Por las llagas de Jesús he sido sanada.”

La mujer lo repitió sin parar durante tres días, al cabo de los cuales se levantó completamente sana.

La meditación de la Palabra trajo completa sanidad a esta mujer.

Debemos meditar en las promesas para recibir lo que Dios ya nos proveyó.


Sétimo Paso
Dale Gracias a Dios por la Respuesta

Alguien dijo que la alabanza es el nivel mas alto de fe; y yo lo creo, porque tu estás dando gracias a Dios por la respuesta aunque todavía no hayas visto nada.

Romanos 4:20-22
20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 
22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia.

Eso fue lo que hizo Abraham; dio gracias de antemano, aún no había nacido Isaac, sin embargo, él daba gracias a Dios porque estaba plenamente convencido de que era capaz de hacer todo lo que había prometido.

Debemos mantenernos firmes alabando y dando gracias a Dios por respondernos aunque aun no se haya manifestado físicamente nuestra respuesta.

Filipenses 4:6
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

De nada nos sirve afanarnos y orar una y otra vez la misma oración; pues al orar por segunda vez le estás diciendo a Dios que no te escuchó la primera vez.

Cambia el afán por la alabanza, dándole gloria a Dios porque Él es poderoso para hacer todo lo que ha prometido.

Dale las gracias porque ya respondió tu oración.


Conclusión

Sigue estos pasos porque te ayudarán a recibir la respuesta a tu oración.

Wednesday, June 05, 2013

La Oración de Petición - 5 Pasos A Seguir Para Recibir Nuestra Respuesta

5 Pasos A Seguir 
Para Recibir Nuestra Respuesta 


Hemos visto que la voluntad de Dios es responder todas nuestras oraciones; pero para recibir respuesta a ellas debemos hacer la oración de petición.

En Marcos 11:24 dice: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”

Para recibir nuestra respuesta lo primero que debemos hacer es ser específicos en lo que queremos.
La palabra todo que usa en este verso es pas. Esta palabra nos está hablando de algo específico.
En Santiago 1:5–8 dice: “Y si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda de mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble animo es inconstante en todos sus caminos.”   
Muchos creyentes son así a la ora de orar, no saben lo que quieren.
Si no sabes que es lo que quieres recibir de Dios, el nunca te lo dará.

Una amiga mía,  cuya familia esta en el ministerio desde hace mas de setenta años, me contó que ella le pidió al Señor un carro para su familia. El Señor le dijo que tipo de carro quería; y le dio una visión en la que salían todos los carros del mundo, de todos los colores imaginables. Ella eligió una camioneta roja y se la pidió, a los pocos días su familia recibió una camioneta tal como ella la había pedido.
Dios quiere que seamos específicos. Cuando te acercas a Dios debes saber que cosa es la que quieres.
Lo segundo que debes hacer es pedir.
Al final de Santiago 4:2 dice: “. . .no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.”
Si no tienes lo que deseas es porque no estas pidiendo.
La palabra  pidiereis en Marcos 11:24 es aiteo, que significa pedir, hacer una solicitud, hacer una petición.

En Mateo7:7–11 dice: “PEDID y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que PIDE, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le PIDE pan, le dará una piedra? ¿O si le PIDE un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto mas vuestro Padre Celestial dará buenas cosas a los que les PIDAN?”

Hay dos cosas que ver en este pasaje; debemos pedir, pero de manera especifica. 

Veamos que dice: "Si su hijo le PIDE pan, y luego dice: si le PIDE un pescado."
Esta hablando de dos cosas especificas, pan y pescado.
Pero también dice que debemos de pedirlas: "Porque todo aquel que PIDE, recibe." Es decir para poder recibir, antes debemos pedir.

En Mateo 18:19 hablando de la oración de acuerdo dice: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo acerca de cualquier cosa que PIDIEREN, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”

Es interesante ver que este verso nos habla de dos personas que están haciendo un acuerdo acerca de algo especifico que van a pedir. 

En la historia de Bartimeo, el ciego, en Marcos 10:46–52 también podemos ver este principio:

“Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho mas: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mando llamarle; y llamaron al ciego diciéndole: Ten confianza, levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levanto y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” 

Bartimeo tenia una necesidad especifica, y fue eso lo que le pidió a Jesús: Maestro, que recobre la vista. Y fue eso lo que recibió, la vista.

Debemos acercarnos a Dios pidiéndole específicamente lo que queremos.

Lo tercero que debemos hacer es entender lo que es la oración. 

La palabra orando en Marcos 11:24 es proseuchomai.

Esta palabra viene de otras dos: pros, que significa al lado de, cerca a y en dirección a; y echo que significa tener o agarrar

Juntando estas dos palabras podemos traducir proseuchomai de esta manera: “Acercarse o estar al lado de. . . . para obtener algo.” 

En Santiago 5:13–18 vemos esta palabra cinco veces:

1. ¿Estas triste? Haz proseuchomai
2. ¿Esta alguno enfermo? Haga proseuchomai
3. Proseuchomai uno por otro
4. Elías proseuchomai para que no llueva
5. Elías proseuchomai para que llueva

Cada vez que nos acercamos a Dios debe ser para obtener algo especifico. 

Debemos ser como Bartimeo, él sabia lo que quería, y eso fue lo que recibió. 

Nuestra oración siempre debe tener un norte.

Lo cuarto que debemos hacer es creer que Dios nos responderá.

La palabra creer es pisteuo.

W. E. Vine define pisteuo de esta manera: "Creer, también estar persuadido a, poner confianza en, significa, en este sentido de la palabra, el descansar en, no simplemente tener credibilidad."

Esta palabra tiene un significado muy fuerte en cuanto a tener confianza  y plena seguridad en algo o alguien.

¿Cómo se puede tener confianza en alguien? Conociéndolo.

¿Cómo podemos conocer a Dios? Por medio de su palabra.

En Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

La palabra fe aquí es pistis,  la cual desciende de pisteuo

W. E. Vine la define así: "Su significado principal es una convicción respecto a Dios y Su palabra y la relación del creyente con El."

Este verso dice que el pistis viene por oír la Palabra de Dios.

La palabra oír es akoe, que  significa oír, dar audiencia, dar entrada.

La palabra palabra es rhema.

En el Nuevo Testamento se usan principalmente dos términos para palabra: logos y rhema.

Logos nos habla de toda la Biblia como un conjunto; pero rhema de una porción especifica de la Biblia. 

W. E. Vine nos habla de esta distinción de esta manera: “El significado de rhema (a diferencia de logos) está ejemplificado en el mandato de 'tomar la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios,' en Efesios 6:17. Aquí la referencia no es toda la Biblia en conjunto, sino la escritura individual que el Espíritu Santo nos hace recordar en tiempo de necesidad, siendo el  requisito previo llenar regularmente la mente con la Escritura.”

Esta es la palabra que se usa en Romanos 10:17, y significa que si queremos tener fe debemos llenarnos una y otra vez con versos específicos que apunten a la necesidad que tenemos.

Si tenemos necesidad de sanidad, lo primero que debemos hacer es ir a Isaias 53:4–5, Mateo 8:17, 1 Pedro 2:24  u otros.

Si necesitas solución a tus problemas financieros, anda a Filipenses 4:19.

Sea cual fuese el  problema que estés enfrentando, hay un verso en la Palabra que te promete la solución.

Pero, para poder tener la fe para solucionar el problema, debes colocar en tu corazón una y otra vez los versos que te prometan la solución para tu problema. 

En quinto lugar lo que debemos hacer es creer que ya lo tenemos al momento de orar.

La palabra recibiréis es lambano que significa agarrar, recibir, tener, tomar.

Es decir, al orar debemos tener plena seguridad que ya es nuestro lo que le hemos pedido a Dios.

Notemos que aun no estamos viendo con nuestros ojos físicos lo que hemos pedido; pero, tenemos plena confianza que ya lo tenemos.

¿Por qué tenemos esta plena confianza?  Porque hemos pasado tiempo en la Palabra, estudiando las escrituras que prometen lo que deseas recibir de Dios y la fe ha crecido en ti.

Como dice en 1 Juan 5:14–15: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”

Por haber pasado ese tiempo en la Palabra de Dios, estás orando de acuerdo a la voluntad de Dios y por esa razón sabes que tienes lo que le has pedido a Dios.

El resultado final de seguir estos cinco pasos, es que tendrás lo que le has pedido a Dios.

La parte final de Marcos 11:24 dice: “. . . y os vendrá.”

No hay nada mas fuerte que esto; si ya le has pedido algo a Dios, ya es tuyo.

Puede que pase un tiempo hasta que lo tengas en el reino físico; pero si ya has creído que lo tienes, entonces vendrá a tu vida.

Como dice en Mateo 21:22: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”


Monday, June 03, 2013

La Oración de Petición - Pidiendo de Acuerdo a la Voluntad de Dios

La Oración de Petición 
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
- 1 Juan 5:14–15

La voluntad de Dios se encuentra en Mateo 7:7–8: “Pedid, y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá.”   

Su voluntad es responder nuestras oraciones, pero él nos da una condición: que pidamos conforme a su voluntad.

¿Dónde encontramos la voluntad de Dios? En Su Palabra.

Para recibir las cosas que deseamos de Dios, debemos ir a Su Palabra.


Pidiendo de Acuerdo a la Voluntad de Dios

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

Para poder entender mejor este pasaje, vamos ha hacer un estudio de las palabras griegas que se utilizan en él.

Iniciemos nuestro estudio con la palabra confianza, que viene de la griega parrhesia. Esta palabra viene de otras que son pas que significa todo y rhesis que significa parlamento.

Según W. E. Vine, parrhesia significa en este pasaje: “La ausencia del temor de hablar abiertamente; de ahí confianza, coraje, osadía, sin ninguna conexión necesaria con la predicación.”

Otra definición para parrhesia es libertad de habla ó audiencia. 

Ester 4:10–11, 5:1–3 relata una idea que nos da una idea de lo que significa esta palabra: “Entonces Ester dijo a  Hatac que le dijese a Mardoqueo: Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey en estos treinta días. . . . Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta de su cetro. Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cual es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.”

Ester para poder entrar en la presencia del Rey Asuero tenia que hallar gracia ante él. Tuvo libertad de audiencia para entrar en la presencia del Rey

En Hebreos 10:19 dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo.” 

La palabra libertad en este pasaje es parrhesia.

Nosotros tenemos libertad de audiencia para entrar en la presencia de Dios

En el tiempo de la Segunda Guerra Mundial, Franklin Delano Roosevelt era presidente de los Estados Unidos.

Cierto día, en que había una gran cantidad de personas que estaban en su oficina tratando de entrevistarse  con él, un niño de cuatro años pasó corriendo y se metió en su despacho. El presidente cerró la puerta y se quedó media hora con el niño. La gente en la oficina empezó a protestar, pues algunos habían estado esperando  durante varias horas.

Al oírlos, la secretaria del presidente les dijo que no se quejasen tanto, pues el niño que había pasado era el nieto del presidente.

Nosotros somos hijos de Dios y tenemos, total libertad de audiencia con Dios. Por esta razón podemos citar 1 Juan 5:14  de esta manera:

“Esta es la libertad total de audiencia que tenemos en  él.”

Pasemos ahora a la segunda parte de este verso.

“. . . que  si pedimos alguna cosa. . .” 

La palabra pedir es aiteo

Aiteo significa: pedir. Hacer una petición, presentar una solicitud. 

Esta palabra la encontramos muchas veces en la Biblia, con un énfasis en la oración respondida.

Podemos verla en:

Mateo 7:7,11
PEDID y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá. . . . ¿cuánto mas vuestro Padre Celestial dará buenas cosas a los que les pidan? 

Marcos 11:24
Por tanto, os digo que todo lo que PIDIEREIS orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Lucas 11:13
. . . ¿cuánto mas vuestro Padre dará el Espíritu Santo a los que se lo PIDAN?

Juan 14:13 – 14
Y todo lo que PIDIEREIS al Padre en mi nombre lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo PIDIEREIS en mi nombre, yo lo haré.

Juan 15:7
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho.

Juan 16:23 – 24
En aquel día no me preguntareis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo lo que PIDIEREIS al Padre en mí nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis PEDIDO en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Según W. E..Vine aiteo la mayoría de las veces sugiere la actitud de un suplicante, la petición de alguien que esta en menor petición a la que la persona que la petición se hace; por ejemplo en Mateo 7:7 se ve el caso de un hombre pidiendo algo a Dios; en Mateo 7:9–10 nos habla de un hijo hablando a su padre; en 1Juan 5:14–15 se encuentra en referencia a la petición a Dios. En Juan 14:13,14; 16:23 nos habla  de pedidos hechos por los apóstoles.

Siempre que vemos aiteo nos encontramos con pedidos hechos a Dios, y en todos los casos vemos que Dios responde nuestras oraciones. 

“. . . que si pedimos alguna cosa CONFORME. . . .”

La palabra conforme es kata, que significa estar de acuerdo, bajo o cerca de.

Amos 3:3 nos da una idea de lo que significa está palabra: “Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo.”

No podemos caminar con Dios si no estamos de acuerdo con El.

 “...que si pedimos alguna cosa conforme a su VOLUNTAD...”

La palabra voluntad es thelema.

En este pasaje thelema significa la voluntad hablada como la emoción de estar deseoso, en vez de las cosas que deseamos; de la voluntad de Dios. 

Es decir estar deseoso de ha hacer la voluntad de Dios.

Podemos ver esta palabra en los siguientes versos:

Romanos 1:10
Rogando que de alguna manera tenga al fin, por LA VOLUNTAD DE DIOS, un prospero viaje para ir a vosotros.

1 Corintios 1:1
Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la VOLUNTAD DE DIOS. . . .

2 Corintios 8:5
Y no como nosotros lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la VOLUNTAD DEL SEÑOR. 

Efesios 1:1,5,11
Pablo apóstol de Jesucristo por la VOLUNTAD DE DIOS. . . .
En amor habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su VOLUNTAD.
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según al designio de su VOLUNTAD.

Esta palabra también la vemos en  2 Corintios 1:1; Colosenses 1:1; 2 Timoteo 1:1; Hebreos 10:7,9,36 y 1 Juan 2:27.

Para poder caminar con Dos, tu debes estar dispuesto ha hacer las cosas que él quiere.

Por otro lado, como sabemos que la voluntad de Dios es su Palabra, podemos leer este verso así.:

“Esta es la libertad total de audiencia que tenemos en El, que si pedimos alguna cosa conforme a Su Palabra. . . .”

“. . . él nos oye.”

La palabra oye es akouo; que es traducida como: audiencia, oír, escuchar, informar.

W. E. Vine dice respecto a 1 Juan 5:14 y Juan 9:31, que el hecho de que Dios escuche significa que El responde la oración.

Veamos este verso paralelo en Juan 9:31: “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.”

Es decir, Dios da audiencia, escucha y responde la oración del que ora conforme a Su Palabra.

O, dicho de otro modo: Podemos entrar a la presencia de Dios que él nos escuchará. 

En 1 Juan 5:15 dice: “Si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”

La palabra sabemos es oida; que es un verbo en el tiempo presente que significa principalmente ver o percibir; de ahí saber, o tener conocimiento de algo, sea absoluto en el caso divino, o por observación en el caso del conocimiento humano.

La palabra oye es akouo, y pidamos es aiteo. Palabras que ya hemos estudiado.

La palabra tenemos es echo, que significa entre otras cosas tener, agarrar, poseer.

Una forma de traducir 1 Juan 5:14 es: "Si tenemos pleno conocimiento que el nos ha oído, sabemos que poseemos las cosas que le hemos pedido."

Al estudiar estos versos vemos que la voluntad de Dios es responder todas nuestras oraciones.