Thursday, April 02, 2009

La Confesión de Fe - Parte 1

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?
Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- Romanos 10: 8 - 17

En Romanos 10:10 encontramos la Ley de la Fe, que es creer en el corazón y confesar con la boca.

Cuando una persona cree en el corazón la fe es producida en su corazón, pero esa fe, no puede ser desatada a menos que use sus palabras, es decir, por medio de la confesión de fe.

La fe no puede expresarse a menos que sea hablada. La boca es el instrumento por el cual la fe es desatada.

El Hermano Kenneth E. Hagin dice que la confesión es:
1. Afirmar algo que creemos.
2. Declarar algo que sabemos.
3. Testificar una verdad que hemos abrazado.

La confesión de la Palabra de Dios es afirmar, declarar y testificar que la Palabra de Dios es verdad y se cumple en nuestras vidas.

1 comment:

Rafag627 said...

Saludos. ¿Cómo quedan los mudos allí?
Entiendo que el pasaje está hablando de salvación por la fe que es demostrada por las obras, es decir, la fe en Cristo para ser salvo sólo la ve el Señor, sólo él sabe quien cree de verdad y como consecuencia sabe quien tiene vida eterna, pero los demás solo podemos ver las obras, más no la fe, asi que determinamos que alguien es salvo por sus buenos frutos. En el contexto romano, a quienes escribe el Apostol, confesar a Cristo era parecido a no negar al Señor, de ese modo cuando un cristiano era conminado a adorar al Cesar, si esa persona había creido de verdad en el Señor, manifestaba que Jesus era el Señor, es más el único Señor y el único salvador, como consecuencia era llevado cautivo y luego a la muerte. Al día hoy, dado que no estamos bajo un gobierno que nos prohiba ser cristianos, sería como declarar con nuestor comporamiento y palabras que de verdad hemos creido que Jesus murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, y que Jesús es el único Salvador y Señor, puesto que de nada vale ganarse el mundo y perder el alma.
Volviendo al principio, si logramos que un mudo entienda el evangelio y crea en el Señor, aunque no pueda hablar, bien puede con sus obras demostrar su fe.

Atte.

Rafael Guedez
rafag627@gmail.com