La Unción en el Antiguo
Testamento
En el Antiguo
Testamento la unción se daba para separar a una persona para que realice un
servicio especial que Dios le había encomendado; en particular era ungidos el
Rey, el Sacerdote y el Profeta, en casos especiales también fueron ungidos los
jueces y personas que Dios separaba para realizar tareas específicas.
También eran
ungidos los utensilios del templo y sus diversas cosas en señal de consagración.
La palabra
unción viene del hebreo “mashaj” que
significa: “ungir, untar, consagrar”
Esta palabra
aparece más de 70 veces en el Antiguo Testamento.
Su primera
aparición se encuentra en Génesis 31.13:
Génesis 31:13
Yo soy el
Dios de Bet-el, donde tú ungiste la
piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.
Este pasaje
hace referencia a Génesis 28:
Gen 28:18-22
18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la
piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite
encima de ella.
19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el,[a]
aunque Luz[b] era el nombre de la ciudad primero.
20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios
conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y
vestido para vestir,
21 y si volviere en paz a casa de mi padre,
Jehová será mi Dios.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será
casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Aquí vemos
como Jacob hizo un voto a Jehová y ungió la piedra que había usado de cabecera
en señal de consagración.
Ese es el
sentido de la unción en este pasaje: consagrar algo para un fin específico.
Notemos que
Jacob utilizó aceite para consagrar la piedra, y a lo largo del Antiguo
Testamento vemos que el aceite fue el elemento utilizado para ungir, sea un
objeto como en este caso o sobre personas como veremos más adelante.
El uso más
común de mashaj en el Antiguo
Testamento tiene que ver con «ungir» con el fin de apartar a alguna persona u
objeto para algún ministerio o función.
Por ejemplo,
veamos la unción de los recipientes y utensilios del tabernáculo:
Éxodo 29:36
36 Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio
por el pecado, para las expiaciones; y purificarás el altar cuando hagas
expiación por él, y lo ungirás para santificarlo.
Aquí vemos
como es que el altar debía ser ungido después del sacrificio por el pecado para
santificarlo.
Éxodo 30:25-29
25 Y harás de
ello el aceite de la santa unción;
superior ungüento, según el arte
del perfumador, será el aceite de la
unción santa.
26 Con él ungirás el tabernáculo de
reunión, el arca del testimonio,
27 la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso,
28 el altar del holocausto con todos sus
utensilios, y la fuente y su base.
29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.
En este
pasaje vemos como el tabernáculo, el arca del testimonio, todos los mobiliarios
y utensilios debían ser consagrados con el aceite de la santa unción.
Éxodo 40:9-11
9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el
tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus
utensilios, y será santo.
10 Ungirás también el altar del holocausto y
todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo.
11 Asimismo ungirás la fuente y su base, y la
santificarás.
Nuevamente
vemos como el tabernáculo y todos sus elementos eran ungidos para
santificarlos.
Incluso en
Éxodo 30 se da la receta para la preparación de este aceite santo para la
consagración.
Éxodo
30:22-25
22 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
23 "Escoge tú mismo las mejores plantas
aromáticas: unos seis kilos de la mejor mirra, unos tres kilos de canela y unos
tres kilos de caña aromática;
24 unos seis kilos de casia --pesados según el
peso oficial del santuario-- y tres litros y medio de aceite de oliva.
25 Haz con todo esto el aceite santo de
consagrar, de la misma manera que un perfumero prepara sus perfumes. Este será
el aceite santo de consagrar,
Mashaj es un término importante tanto en el pensamiento
del Antiguo como del Nuevo Testamento, del cual se deriva el término mesías.
Mashaj
implica la unción para un oficio o función especial.
En el Antiguo
Testamento la unción venía principalmente sobre tres personas, el sacerdote el
profeta y el rey.
Ya desde la
época de Moisés se empezó a ungir al sumo sacerdote en función de su oficio.
Éxodo 29:4-9
4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta
del tabernáculo de reunión, y los
lavarás con agua.
5 Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;
6 y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
7 Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8 Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.
9 Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus
hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
Éxodo 30:30
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis
sacerdotes.
En Éxodo 40
podemos ver el momento en que Aarón y sus fueron ungidos y consagrados como
sacerdotes.
Éxodo
40:12-15
12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta
del tabernáculo de reunión, y los
lavarás con agua.
13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras
sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.
14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio
perpetuo, por sus generaciones.
Vemos aquí
que la unción significaba la separación de Aarón y sus hijos para entrar al
ministerio sacerdotal para el cual Dios los había designado.
El aceite
derramado sobre ellos era un tipo de la unción del Espíritu Santo, que solo
venía sobre la persona en el Antiguo Pacto, ya que Jesús aun no había derramado
Su sangre por nuestros pecados y venido a vivir dentro de personas.
Así que este
aceite derramado significaba que la persona estaba ungida por Dios para
desarrollar el ministerio u oficio al cual lo había designado.
El profeta
también era ungido y separado para el ministerio que Dios le había encomendado.
1Reyes
19:15-19
15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás,
y ungirás a Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre
Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.
17 Y el que escapare de la espada de
Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
18 Y yo haré que queden en Israel siete
mil, cuyas rodillas no se doblaron ante
Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
En este
pasaje Dios le dijo a Elías que unja a 2 reyes y un profeta.
Dios mandó a
Elías para ungir a Eliseo para que cumpla con el ministerio de profeta; notemos
que fue Dios quien lo llamó no Elías.
En el Salmo
105:15 dice: “No toquéis, dijo,
a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.”
Es decir,
Dios está llamando ungidos a los profetas; ellos tenían la unción para
profetizar y traer el mensaje de Dios a la gente.
En 1 Reyes
22:14 vemos lo que hacía el profeta del Antiguo Testamento: “Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo
que Jehová me hablare, eso diré.”
El oficio del
profeta oía a Dios y traía el mensaje a la gente.
Finalmente
veamos la unción para el oficio del rey.
Saúl fue
ungido con aceite por el profeta Samuel cuando Dios le reveló que había sido
elegido para ser rey de Israel.
1 Samuel
9:15-16, 10:1
15 Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:
16 Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un
varón de la tierra de Benjamín, al cual
ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel,
y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí.
1 Tomando entonces Samuel una redoma de
aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó,
y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?
Al ungir
Samuel a Saúl lo estaba separando para el oficio como rey para el cual Dios lo
había separado.
Posteriormente,
cuando Saúl se rebeló contra Dios y trató de matar a David; David cuando tuvo
oportunidad de matarlo se rehusó a hacerlo porque Saúl era “el ungido del
Señor.”
1 Samuel 24:6
6 Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de
hacer tal cosa contra mi señor, el
ungido de Jehová, que yo extienda mi
mano contra él; porque es el ungido de
Jehová.
David mismo
fue ungido por Samuel para ser rey de Israel.
1 Samuel
16:1-13
1 Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás
a Saúl, habiéndolo yo desechado para que
no reine sobre Israel? Llena tu cuerno
de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey.
2 Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría.
Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he
venido.
3 Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere.
4 Hizo,
pues, Samuel como le dijo
Jehová; y luego que él llegó a
Belén, los ancianos de la ciudad
salieron a recibirle con miedo, y
dijeron: ¿Es pacífica tu venida?
5 El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos,
y venid conmigo al sacrificio. Y
santificando él a Isaí y a sus hijos,
los llamó al sacrificio.
6 Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su
ungido.
7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su
parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el
hombre; pues el hombre mira lo que está
delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón.
8 Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido
Jehová.
9 Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.
10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante
de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí:
Jehová no ha elegido a éstos.
11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos
tus hijos? Y él respondió: Queda aún el
menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que
él venga aquí.
12 Envió,
pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio,
hermoso de ojos, y de buen
parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate
y úngelo, porque éste es.
13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo
ungió en medio de sus hermanos; y desde
aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.
Veamos lo que
dice el 89 acerca de David:
Salmo
89:19-21
19 Entonces hablaste en visión a tu santo, y
dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; he exaltado a un
escogido de mi pueblo.
20 Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi santa
unción.
21 Mi mano estará siempre con él, mi brazo
también lo fortalecerá.
Dios lo
escogió primero y luego lo ungió para ser rey, y desde ese momento el Espíritu
Santo vino sobre David.
Veamos
finalmente que Salomón también fue ungido para cumplir con el oficio de rey
1 Reyes
1:38-39
38 Y descendieron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey
David, y lo llevaron a Gihón.
39 Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del
aceite del tabernáculo, ungió a
Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!
Dios ungía y
consagraba a los reyes para cumplir con su oficio.
En estos tres
casos (el sacerdote, el rey y el profeta) la unción del Espíritu Santo vino
sobre cada uno de ellos luego de ser ungidos con aceite para poder cumplir con
el oficio que Dios les había designado.
No comments:
Post a Comment