Wednesday, January 23, 2013

Los Oficios Ministeriales de Cristo el Ungido


Los Oficios Ministeriales de Cristo el Ungido


El hecho de que Jesús tuviese el Espíritu Santo en toda su plenitud hizo que el operase en los 5 oficios del ministerio quíntuple.

En Hebreos 3:1 podemos verlo operando en su ministerio de apóstol:

Hebreos 3:1
1  Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.

El significado más simple de un apóstol es: “uno que es enviado.”

Un apóstol es alguien que ha sido comisionado para hacer algo, para lo cual ha sido acreditado con credenciales.

En el oficio del apóstol se encuentran los otros 4 oficios ministeriales; el profeta, el evangelista, el pastor y el maestro; así que veamos primero su función como apóstol y luego los otros 4 oficios del ministerio quíntuple en la vida de Jesús.

Jesús fue enviado por Dios a la tierra con un propósito:

Juan 17:3
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,  el único Dios verdadero,  y a Jesucristo,  a quien has enviado.

Lucas 4:43
43  Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios;  porque para esto he sido enviado.

El vino para predicar el evangelio, que fue la razón para la cual fue ungido; pero tenía una misión mayor que era el morir por nosotros.

Juan 3:16
16  Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

Jesús fue enviado con una misión específica al mundo. Así que cuando estuvo en la tierra Jesús cumplió su función como apóstol.

Otro oficio que el cumplió en la tierra es el de profeta.

Jesús mismo se llamó profeta durante su ministerio terrenal

Mateo 13:57
57  Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra,  sino en su propia tierra y en su casa.

Marcos 6:4
4  Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra,  y entre sus parientes,  y en su casa.

La gente de Israel también se dio cuenta y declaró que Jesús era un profeta:

Lucas 7:16
16  Y todos tuvieron miedo,  y glorificaban a Dios,  diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros;  y: Dios ha visitado a su pueblo.

Las señales que Jesús hacía eran demostración para la gente que Jesús era el profeta que Moisés había profetizado.

Juan 6:14
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Juan 7:40
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

Moisés había profetizado en el Antiguo Testamento acerca del profeta que se iba ha levantar

Deuteronomio 18:15-19
15  Profeta de en medio de ti,  de tus hermanos,  como yo,  te levantará Jehová tu Dios;  a él oiréis;
16  conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea,  diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios,  ni vea yo más este gran fuego,  para que no muera.
17  Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18  Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos,  como tú;  y pondré mis palabras en su boca,  y él les hablará todo lo que yo le mandare.
19  Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre,  yo le pediré cuenta.

Jesús era ese profeta que ellos estaban esperando.

Un profeta tiene marcas específicas: en su ministerio se ven consistentemente 2 de los 3 dones de revelación, más el don de profecía, y la unción para enseñar o profetizar; además que también lo dones de poder se ven en este ministerio.

Jesús tuvo estas marcas dentro de su ministerio.

Por ejemplo, en Juan 4 podemos ver como uso la palabra de conocimiento para mostrar el estado marital de la mujer samaritana:

Juan 4:16-19
16  Jesús le dijo: Ve,  llama a tu marido,  y ven acá.
17  Respondió la mujer y dijo: No tengo marido.  Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18  porque cinco maridos has tenido,  y el que ahora tienes no es tu marido;  esto has dicho con verdad.
19  Le dijo la mujer: Señor,  me parece que tú eres profeta.

La palabra de conocimiento, es la manifestación dada por el Espíritu Santo de una porción del conocimiento de Dios acerca de conocimientos pasados o presentes.

Eso fue lo que hizo con la mujer, lo dijo lo que le había pasado en su vida y su situación actual.

En Juan 7 podemos ver la manifestación de la palabra de sabiduría junto con el de profecía:

Juan 7:37-40
37  En el último y gran día de la fiesta,  Jesús se puso en pie y alzó la voz,  diciendo: Si alguno tiene sed,  venga a mí y beba.
38  El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39  Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él;  pues aún no había venido el Espíritu Santo,  porque Jesús no había sido aún glorificado.
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

La palabra de Dios es una porción acerca de la sabiduría de Dios concerniente ha hechos futuros, por lo general es condicional; y la profecía es un mensaje dado por el Espíritu Santo en leguaje conocido por la persona que lo emite y los que los escuchan; la profecía es para edificar, exhortar y consolar.

En este pasaje Jesús estaba hablando de un tiempo en el futuro en que ríos de agua viva correrían del interior de los personas, Esto venía con una condición, los que creyesen tendrían esta experiencia en sus vidas.

Además fue un mensaje dado en lenguaje conocido por Jesús y por las personas que lo oían.

Pero también vemos como los dones de poder se manifestaron en su ministerio. Los dones de poder son: El don de fe, el don de operación de milagros y los dones de sanidades.

Juan 6:10-14
10  Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente.  Y había mucha hierba en aquel lugar;  y se recostaron como en número de cinco mil varones.
11  Y tomó Jesús aquellos panes,  y habiendo dado gracias,  los repartió entre los discípulos,  y los discípulos entre los que estaban recostados;  asimismo de los peces,  cuanto querían.
12  Y cuando se hubieron saciado,  dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron,  para que no se pierda nada.
13  Recogieron,  pues,  y llenaron doce cestas de pedazos,  que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
14  Aquellos hombres entonces,  viendo la señal que Jesús había hecho,  dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Para la multiplicación de alimentos se necesitaros dos dones de poder: el don de fe y el don de operación de milagros.

El don de fe es una manifestación de fe especial que da el Espíritu Santo para recibir un milagro de Dios, es un don pasivo; mientras que el de operación de milagros es un don activo, es un don que hace algo, provoca una acción que rompe el curso natural de las leyes de la naturaleza.

Es interesante que la gente al ver estos dones en manifestación se dio cuenta de que Jesús era un profeta.

Como un dato adicional, Jesús también utilizo el tercer don de revelación, el discernimiento de espíritu en su ministerio. Este don no solo es ver demonios, sino ver espíritus en general.

Por ejemplo, en la transfiguración conversó con Moisés y Elías:

Mateo 17:1-5
1  Seis días después,  Jesús tomó a Pedro,  a Jacobo y a Juan su hermano,  y los llevó aparte a un monte alto;
2  y se transfiguró delante de ellos,  y resplandeció su rostro como el sol,  y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3  Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías,  hablando con él.
4  Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor,  bueno es para nosotros que estemos aquí;  si quieres,  hagamos aquí tres enramadas: una para ti,  otra para Moisés,  y otra para Elías.
17:5  Mientras él aún hablaba,  una nube de luz los cubrió;  y he aquí una voz desde la nube,  que decía: Este es mi Hijo amado,  en quien tengo complacencia;  a él oíd.

Aquí está Jesús conversando con Moisés y Elías, y además se escuchó la voz de Dios.

En otras ocasiones vio demonios y también ángeles:

Marcos 1:12-13
12  Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.
13  Y estuvo allí en el desierto cuarenta días,  y era tentado por Satanás,  y estaba con las fieras;  y los ángeles le servían.

Entonces vemos que en Jesús se manifestó el don de discernimiento de espíritus.

Podemos concluir que Jesús tuvo el oficio y la unción de profeta en su ministerio terrenal.

Otra faceta que tuvo Jesús en su ministerio terrenal fue la de evangelista.

La definición de evangelista es: “Una persona que anuncia el Evangelio; un mensajero de buenas nuevas.”

Jesús fue ungido para anunciar el evangelio.

Lucas 4:17-21
17  Y se le dio el libro del profeta Isaías;  y habiendo abierto el libro,  halló el lugar donde estaba escrito:
18  Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
19  A predicar el año agradable del Señor.
20  Y enrollando el libro,  lo dio al ministro,  y se sentó;  y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21  Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Jesús fue ungido para predicarles el evangelio a los pobres.

La palabra predicar significa sencillamente anunciar, a diferencia de la palabra enseñar que significa explicar.

Es como cuando hacen una película, después de hacerla empieza la publicidad para que la gente vaya a verla, ese anuncio es la predicación.

Cuando una persona ve la película y sabe de lo que trata porque la vio, es como la enseñanza.

La prédica anuncia y la enseñanza explica.

Jesús se pasó parte de su ministerio predicando.

Marcos 1:14-15
14  Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
15  diciendo: El tiempo se ha cumplido,  y el reino de Dios se ha acercado;  arrepentíos,  y creed en el evangelio.

Mateo 4:17
17  Desde entonces comenzó Jesús a predicar,  y a decir: Arrepentíos,  porque el reino de los cielos se ha acercado.

Jesús empezó su ministerio predicando el evangelio del reino de Dios.

Una parte primordial del ministerio del evangelista son los dones de poder y las sanidades y milagros.

El evangelista Raymond T. Richie decía: “Los milagros son la campana que Dios usa para atraer a la gente!

Las noticias del Ungido y su Unción fueron las “buenas noticias” o “evangelio” de la Iglesia Primitiva.

Cuando le a pidieron Pedro que predique por primera vez el mensaje del evangelio a los gentiles, lo primero que les dijo fue: “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,  y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,  porque Dios estaba con él.”

Hechos 8:5-8
5  Entonces Felipe,  descendiendo a la ciudad de Samaria,  les predicaba a Cristo.
6  Y la gente,  unánime,  escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe,  oyendo y viendo las señales que hacía.
7  Porque de muchos que tenían espíritus inmundos,  salían éstos dando grandes voces;  y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
8  así que había gran gozo en aquella ciudad.

Cuando Felipe predicaba en Samaria acerca de Cristo (el Ungido y Su Unción); ellos escucharon y recibieron las buenas noticias acerca de que el Ungido y Su Unción habían venido a destruir los yugos de sus espaldas.

Desde el momento que lo recibieron, Dios lo confirmó, tal como lo había hecho en el ministerio de Jesús.

La unción es la presencia de Dios a través del Espíritu Santo. Como vimos en Lucas 4:18 y Hechos 10:38 la unción sobre Jesús venía del Espíritu Santo.

1 Juan 2:20, 26-27
20  Pero vosotros tenéis la unción del Santo,  y conocéis todas las cosas.
26  Os he escrito esto sobre los que os engañan.
27  Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros,  y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;  así como la unción misma os enseña todas las cosas,  y es verdadera,  y no es mentira,  según ella os ha enseñado,  permaneced en él.

La unción que hemos recibido de Jesús viene del Espíritu Santo. La unción es el poder y Espíritu de Dios para servirle en esta tierra. Jesús ha provisto la misma presencia de Dios del Espíritu Santo para cumplir nuestros ministerios terrenales que la que el tuvo en su ministerio terrenal.

La palabra “Cristo” no solo es otro nombre para Jesús; sino una referencia al Ungido y la Unción que estaba en Él y sobre Él. Igualmente, la palabra “cristianos” significa más que simples seguidores de Jesús.; significa “los ungidos”. La misma Unción destruidora de yugos que estaba sobre Jesús está disponible para nosotros.

Veamos nuevamente 1 Juan 2:27: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros,  y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;  así como la unción misma os enseña todas las cosas,  y es verdadera,  y no es mentira,  según ella os ha enseñado,  permaneced en él.”

Esas últimas dos palabras también pueden traducirse “en ella”. Dicho de otro modo, la frase puede ser también una exhortación para que los creyentes permanezcan en el Ungido, Jesús, o que permanezcan en la unción. Ambas interpretaciones son correctas porque no puedes separar al Ungido de la unción Si tú estás en el Ungido, entonces tu estás en la unción.

Cada vez que encontramos un verso que usa la palabra Cristo en el Nuevo Testamento; debemos traducirlo como “el Ungido y Su Unción.”

Luego meditemos en la nueva revelación que trae este significado a cada porción de la Escritura.

Empecemos con los versos que dicen “en Cristo” o “por Cristo” y leámoslos así: “En el Ungido y Su Unción”, o “a través del Ungido y de su Unción.” Eso cambiara nuestras vidas.

Si estamos “en Cristo”, hay una unción para todo lo que hemos sido llamados ha hacer, sin importar que tan pequeño o grande sea el trabajo.

Otro aspecto de la unción sobre Jesús es la unción que tuvo como pastor cuando estuvo en su ministerio terrenal.

En Juan 10 él se llama a sí mismo como el buen pastor:

Juan 10:10-15
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;  yo he venido para que tengan vida,  y para que la tengan en abundancia.
11  Yo soy el buen pastor;  el buen pastor su vida da por las ovejas.
12  Mas el asalariado,  y que no es el pastor,  de quien no son propias las ovejas,  ve venir al lobo y deja las ovejas y huye,  y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13  Así que el asalariado huye,  porque es asalariado,  y no le importan las ovejas.
14  Yo soy el buen pastor;  y conozco mis ovejas,  y las mías me conocen,
15  así como el Padre me conoce,  y yo conozco al Padre;  y pongo mi vida por las ovejas.

Lo vemos a lo largo de su ministerio, el hecho del  cuidado y protección que tuvo por los suyos, y el cumplimiento de dar su vida por sus ovejas.

En 1 Pedro 5:4 dice: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,  vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”

Esta frase, “Príncipe de los Pastores”, nos habla del rango de Jesús como el Pastor Principal o supremo.

Vine traduce la palabra usada de esta manera: Arquipoimen (ἀρχιποίμην) jefe de pastores (arque, jefe, príncipe; poimen, pastor). Se dice solo de Cristo (1 Pedro 5:4): «el príncipe de los pastores». Los griegos actuales lo utilizan para designar a jefes tribales.

Las diversas versiones de la Biblia lo traducen como: Pastor Supremo (Nueva Versión Internacional, Arcas y Fernández), Jefe de los Pastores (Biblia del Pueblo de Dios, Latinoamericana), Pastor Principal (Dios Habla Hoy, Versión Moderna, Kadosh), Arquipastor (Junemann) y Mayoral (Jerusalén, EUNSA).

Estas palabras nos dan una mayor idea de su rango entre los pastores como el Pastor Principal de la Iglesia.

En Hebreos 13:20 vemos a Jesús en función de su relación con los creyentes:

Hebreos 13:20
20  Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo,  el gran pastor de las ovejas,  por la sangre del pacto eterno.

Aquí Jesús es llamado en relación a nosotros como el Gran Pastor de las ovejas.

Finalmente vemos a Jesús en su ministerio como maestro.

Si vemos el ministerio de Jesús nos encontraremos que la mayor parte del tiempo se la pasó enseñando; vemos esto en enseñanzas abiertas como el Sermón del Monte o en grupos más pequeños como en el caso de Marta y María o las instrucciones que les da a sus discípulos durante la última cena.

En Mateo 9:35 vemos como parte importante del ministerio de Jesús era la enseñanza: “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas,  enseñando en las sinagogas de ellos,  y predicando el evangelio del reino,  y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”

Eran 3 cosas las que hacía Jesús principalmente en su ministerio itinerante: “Y recorrió Jesús toda Galilea,  enseñando en las sinagogas de ellos,  y predicando el evangelio del reino,  y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mateo 4:23).

Jesús se la pasaba enseñando, predicando y sanando a los enfermos.

En Marcos 6:6 vemos parte de su ministerio de enseñanza era para combatir la incredulidad de la gente que le impedía recibir lo mejor que Dios tenía para ellos: “Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos.  Y recorría las aldeas de alrededor,  enseñando.”

La compasión de Jesús era lo que lo motivaba a enseñarle muchas cosas a la gente, en Marcos 6:34 podemos verlo claramente: “Y salió Jesús y vio una gran multitud,  y tuvo compasión de ellos,  porque eran como ovejas que no tenían pastor;  y comenzó a enseñarles muchas cosas.”

El amor de Jesús era lo que le motivaba para que saliera la unción del maestro en Él para enseñarles y sacarlos de la ignorancia espiritual en que se encontraban.

Sus palabras eran tales que la gente se admiraba de su doctrina (enseñanza).

Marcos 1:27
27 Y todos se asombraron,  de tal manera que discutían entre sí,  diciendo: ¿Qué es esto?  ¿Qué nueva doctrina es esta,  que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos,  y le obedecen?

Cerca de 60 veces en los Evangelios la gente se refirió a Jesús como maestro, tanto sus discípulos, como sus amigos, seguidores  y enemigos.

Un ejemplo es su encuentro con Nicodemo, que era un fariseo culto y reconocido, que lo reconoce como maestro de Israel.

Juan 3:1-2
1  Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,  un principal entre los judíos.
2  Este vino a Jesús de noche,  y le dijo: Rabí,  sabemos que has venido de Dios como maestro;  porque nadie puede hacer estas señales que tú haces,  si no está Dios con él.

Otro caso es el del joven rico, quien llama a Jesús maestro bueno (Marcos 10:17).

Jesús mismo dijo de si mismo que era maestro:

Mateo 23:8, 10
8  Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo,  y todos vosotros sois hermanos.

Juan 13:13 
13 Vosotros me llamáis Maestro,  y Señor;  y decís bien,  porque lo soy.10  Ni seáis llamados maestros;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo.

Podemos ver cómo es que Jesús mientras anduvo en la tierra operó en los 5 oficios del ministerio quíntuple.

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