Los Oficios Ministeriales
de Cristo el Ungido
El hecho de
que Jesús tuviese el Espíritu Santo en toda su plenitud hizo que el operase en
los 5 oficios del ministerio quíntuple.
En Hebreos
3:1 podemos verlo operando en su ministerio de apóstol:
Hebreos 3:1
1 Por tanto,
hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol
y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.
El
significado más simple de un apóstol es: “uno
que es enviado.”
Un apóstol es
alguien que ha sido comisionado para hacer algo, para lo cual ha sido
acreditado con credenciales.
En el oficio
del apóstol se encuentran los otros 4 oficios ministeriales; el profeta, el
evangelista, el pastor y el maestro; así que veamos primero su función como
apóstol y luego los otros 4 oficios del ministerio quíntuple en la vida de
Jesús.
Jesús fue
enviado por Dios a la tierra con un propósito:
Juan 17:3
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a
ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Lucas 4:43
43 Pero él
les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del
reino de Dios; porque para esto he sido
enviado.
El vino para
predicar el evangelio, que fue la razón para la cual fue ungido; pero tenía una
misión mayor que era el morir por nosotros.
Juan 3:16
16 Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Jesús fue
enviado con una misión específica al mundo. Así que cuando estuvo en la tierra
Jesús cumplió su función como apóstol.
Otro oficio
que el cumplió en la tierra es el de profeta.
Jesús mismo
se llamó profeta durante su ministerio terrenal
Mateo 13:57
57 Y se
escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
Marcos 6:4
4 Mas Jesús
les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
La gente de Israel
también se dio cuenta y declaró que Jesús era un profeta:
Lucas 7:16
16 Y todos
tuvieron miedo, y glorificaban a
Dios, diciendo: Un gran profeta se ha
levantado entre nosotros; y: Dios ha
visitado a su pueblo.
Las señales
que Jesús hacía eran demostración para la gente que Jesús era el profeta que
Moisés había profetizado.
Juan 6:14
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que
Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de
venir al mundo.
Juan 7:40
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas
palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
Moisés había
profetizado en el Antiguo Testamento acerca del profeta que se iba ha levantar
Deuteronomio 18:15-19
15 Profeta
de en medio de ti, de tus hermanos, como yo,
te levantará Jehová tu Dios; a él
oiréis;
16 conforme
a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová
mi Dios, ni vea yo más este gran
fuego, para que no muera.
17 Y Jehová
me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18 Profeta
les levantaré de en medio de sus hermanos,
como tú; y pondré mis palabras en
su boca, y él les hablará todo lo que yo
le mandare.
19 Mas a
cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
Jesús era ese
profeta que ellos estaban esperando.
Un profeta
tiene marcas específicas: en su ministerio se ven consistentemente 2 de los 3
dones de revelación, más el don de profecía, y la unción para enseñar o profetizar;
además que también lo dones de poder se ven en este ministerio.
Jesús tuvo
estas marcas dentro de su ministerio.
Por ejemplo,
en Juan 4 podemos ver como uso la palabra de conocimiento para mostrar el
estado marital de la mujer samaritana:
Juan 4:16-19
16 Jesús le
dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17 Respondió
la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús
le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18 porque
cinco maridos has tenido, y el que ahora
tienes no es tu marido; esto has dicho
con verdad.
19 Le dijo
la mujer: Señor, me parece que tú eres
profeta.
La palabra de
conocimiento, es la manifestación dada por el Espíritu Santo de una porción del
conocimiento de Dios acerca de conocimientos pasados o presentes.
Eso fue lo
que hizo con la mujer, lo dijo lo que le había pasado en su vida y su situación
actual.
En Juan 7
podemos ver la manifestación de la palabra de sabiduría junto con el de
profecía:
Juan 7:37-40
37 En el
último y gran día de la fiesta, Jesús se
puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que
cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo
del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado.
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas
palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
La palabra de
Dios es una porción acerca de la sabiduría de Dios concerniente ha hechos
futuros, por lo general es condicional; y la profecía es un mensaje dado por el
Espíritu Santo en leguaje conocido por la persona que lo emite y los que los
escuchan; la profecía es para edificar, exhortar y consolar.
En este
pasaje Jesús estaba hablando de un tiempo en el futuro en que ríos de agua viva
correrían del interior de los personas, Esto venía con una condición, los que
creyesen tendrían esta experiencia en sus vidas.
Además fue un
mensaje dado en lenguaje conocido por Jesús y por las personas que lo oían.
Pero también
vemos como los dones de poder se manifestaron en su ministerio. Los dones de
poder son: El don de fe, el don de operación de milagros y los dones de
sanidades.
Juan 6:10-14
10 Entonces
Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y
había mucha hierba en aquel lugar; y se
recostaron como en número de cinco mil varones.
11 Y tomó
Jesús aquellos panes, y habiendo dado
gracias, los repartió entre los
discípulos, y los discípulos entre los
que estaban recostados; asimismo de los
peces, cuanto querían.
12 Y cuando
se hubieron saciado, dijo a sus
discípulos: Recoged los pedazos que sobraron,
para que no se pierda nada.
13
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a
los que habían comido.
14 Aquellos
hombres entonces, viendo la señal que
Jesús había hecho, dijeron: Este
verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
Para la multiplicación
de alimentos se necesitaros dos dones de poder: el don de fe y el don de
operación de milagros.
El don de fe
es una manifestación de fe especial que da el Espíritu Santo para recibir un
milagro de Dios, es un don pasivo; mientras que el de operación de milagros es
un don activo, es un don que hace algo, provoca una acción que rompe el curso
natural de las leyes de la naturaleza.
Es
interesante que la gente al ver estos dones en manifestación se dio cuenta de
que Jesús era un profeta.
Como un dato
adicional, Jesús también utilizo el tercer don de revelación, el discernimiento
de espíritu en su ministerio. Este don no solo es ver demonios, sino ver
espíritus en general.
Por ejemplo,
en la transfiguración conversó con Moisés y Elías:
Mateo 17:1-5
1 Seis días
después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se
transfiguró delante de ellos, y
resplandeció su rostro como el sol, y
sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí
les aparecieron Moisés y Elías, hablando
con él.
4 Entonces
Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para
nosotros que estemos aquí; si
quieres, hagamos aquí tres enramadas:
una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
17:5
Mientras él aún hablaba, una nube
de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
Aquí está
Jesús conversando con Moisés y Elías, y además se escuchó la voz de Dios.
En otras
ocasiones vio demonios y también ángeles:
Marcos 1:12-13
12 Y luego
el Espíritu le impulsó al desierto.
13 Y estuvo
allí en el desierto cuarenta días, y era
tentado por Satanás, y estaba con las
fieras; y los ángeles le servían.
Entonces
vemos que en Jesús se manifestó el don de discernimiento de espíritus.
Podemos
concluir que Jesús tuvo el oficio y la unción de profeta en su ministerio
terrenal.
Otra faceta
que tuvo Jesús en su ministerio terrenal fue la de evangelista.
La definición
de evangelista es: “Una persona que
anuncia el Evangelio; un mensajero de buenas nuevas.”
Jesús fue
ungido para anunciar el evangelio.
Lucas 4:17-21
17 Y se le
dio el libro del profeta Isaías; y
habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito:
18 Espíritu
del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los
oprimidos;
19 A
predicar el año agradable del Señor.
20 Y
enrollando el libro, lo dio al
ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban
fijos en él.
21 Y comenzó
a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Jesús fue
ungido para predicarles el evangelio a los pobres.
La palabra
predicar significa sencillamente anunciar, a diferencia de la palabra enseñar
que significa explicar.
Es como
cuando hacen una película, después de hacerla empieza la publicidad para que la
gente vaya a verla, ese anuncio es la predicación.
Cuando una
persona ve la película y sabe de lo que trata porque la vio, es como la
enseñanza.
La prédica
anuncia y la enseñanza explica.
Jesús se pasó
parte de su ministerio predicando.
Marcos 1:14-15
14 Después
que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del
reino de Dios,
15 diciendo:
El tiempo se ha cumplido, y el reino de
Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Mateo 4:17
17 Desde
entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:
Arrepentíos, porque el reino de los
cielos se ha acercado.
Jesús empezó
su ministerio predicando el evangelio del reino de Dios.
Una parte
primordial del ministerio del evangelista son los dones de poder y las
sanidades y milagros.
El
evangelista Raymond T. Richie decía: “Los
milagros son la campana que Dios usa para atraer a la gente!
Las noticias
del Ungido y su Unción fueron las “buenas noticias” o “evangelio” de la Iglesia
Primitiva.
Cuando le a pidieron
Pedro que predique por primera vez el mensaje del evangelio a los gentiles, lo
primero que les dijo fue: “Cómo Dios
ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.”
Hechos 8:5-8
5 Entonces
Felipe, descendiendo a la ciudad de
Samaria, les predicaba a Cristo.
6 Y la
gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía
Felipe, oyendo y viendo las señales que
hacía.
7 Porque de
muchos que tenían espíritus inmundos,
salían éstos dando grandes voces;
y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
8 así que
había gran gozo en aquella ciudad.
Cuando Felipe
predicaba en Samaria acerca de Cristo (el Ungido y Su Unción); ellos escucharon
y recibieron las buenas noticias acerca de que el Ungido y Su Unción habían
venido a destruir los yugos de sus espaldas.
Desde el
momento que lo recibieron, Dios lo confirmó, tal como lo había hecho en el
ministerio de Jesús.
La unción es
la presencia de Dios a través del Espíritu Santo. Como vimos en Lucas 4:18 y
Hechos 10:38 la unción sobre Jesús venía del Espíritu Santo.
1 Juan 2:20, 26-27
20 Pero
vosotros tenéis la unción del Santo, y
conocéis todas las cosas.
26 Os he
escrito esto sobre los que os engañan.
27 Pero la
unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os
enseñe; así como la unción misma os
enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
La unción que
hemos recibido de Jesús viene del Espíritu Santo. La unción es el poder y
Espíritu de Dios para servirle en esta tierra. Jesús ha provisto la misma
presencia de Dios del Espíritu Santo para cumplir nuestros ministerios
terrenales que la que el tuvo en su ministerio terrenal.
La palabra
“Cristo” no solo es otro nombre para Jesús; sino una referencia al Ungido y la
Unción que estaba en Él y sobre Él. Igualmente, la palabra “cristianos”
significa más que simples seguidores de Jesús.; significa “los ungidos”. La misma
Unción destruidora de yugos que estaba sobre Jesús está disponible para
nosotros.
Veamos
nuevamente 1 Juan 2:27: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así
como la unción misma os enseña todas las cosas,
y es verdadera, y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”
Esas últimas
dos palabras también pueden traducirse “en ella”. Dicho de otro modo, la frase
puede ser también una exhortación para que los creyentes permanezcan en el
Ungido, Jesús, o que permanezcan en la unción. Ambas interpretaciones son
correctas porque no puedes separar al Ungido de la unción Si tú estás en el
Ungido, entonces tu estás en la unción.
Cada vez que
encontramos un verso que usa la palabra Cristo en el Nuevo Testamento; debemos
traducirlo como “el Ungido y Su Unción.”
Luego
meditemos en la nueva revelación que trae este significado a cada porción de la
Escritura.
Empecemos con
los versos que dicen “en Cristo” o “por Cristo” y leámoslos así: “En el Ungido y Su Unción”, o “a través del
Ungido y de su Unción.” Eso cambiara nuestras vidas.
Si estamos
“en Cristo”, hay una unción para todo lo que hemos sido llamados ha hacer, sin
importar que tan pequeño o grande sea el trabajo.
Otro aspecto
de la unción sobre Jesús es la unción que tuvo como pastor cuando estuvo en su
ministerio terrenal.
En Juan 10 él
se llama a sí mismo como el buen pastor:
Juan 10:10-15
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en
abundancia.
11 Yo soy el
buen pastor; el buen pastor su vida da
por las ovejas.
12 Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y
huye, y el lobo arrebata las ovejas y
las dispersa.
13 Así que
el asalariado huye, porque es
asalariado, y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el
buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
15 así como
el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
Lo vemos a lo
largo de su ministerio, el hecho del
cuidado y protección que tuvo por los suyos, y el cumplimiento de dar su
vida por sus ovejas.
En 1 Pedro
5:4 dice: “Y cuando aparezca el Príncipe
de los pastores, vosotros recibiréis la
corona incorruptible de gloria.”
Esta frase, “Príncipe de los Pastores”, nos habla
del rango de Jesús como el Pastor Principal o supremo.
Vine traduce
la palabra usada de esta manera: Arquipoimen
(ἀρχιποίμην)
jefe de pastores (arque, jefe, príncipe; poimen, pastor). Se dice solo de
Cristo (1 Pedro 5:4): «el príncipe de los pastores». Los griegos actuales lo
utilizan para designar a jefes tribales.
Las diversas
versiones de la Biblia lo traducen como: Pastor
Supremo (Nueva Versión Internacional, Arcas y Fernández), Jefe de los Pastores (Biblia del Pueblo
de Dios, Latinoamericana), Pastor
Principal (Dios Habla Hoy, Versión Moderna, Kadosh), Arquipastor (Junemann) y Mayoral
(Jerusalén, EUNSA).
Estas
palabras nos dan una mayor idea de su rango entre los pastores como el Pastor
Principal de la Iglesia.
En Hebreos
13:20 vemos a Jesús en función de su relación con los creyentes:
Hebreos 13:20
20 Y el Dios
de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno.
Aquí Jesús es
llamado en relación a nosotros como el Gran Pastor de las ovejas.
Finalmente
vemos a Jesús en su ministerio como maestro.
Si vemos el
ministerio de Jesús nos encontraremos que la mayor parte del tiempo se la pasó
enseñando; vemos esto en enseñanzas abiertas como el Sermón del Monte o en
grupos más pequeños como en el caso de Marta y María o las instrucciones que les
da a sus discípulos durante la última cena.
En Mateo 9:35
vemos como parte importante del ministerio de Jesús era la enseñanza: “Recorría Jesús todas las ciudades y
aldeas, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del
reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo.”
Eran 3 cosas
las que hacía Jesús principalmente en su ministerio itinerante: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en
el pueblo” (Mateo 4:23).
Jesús se la
pasaba enseñando, predicando y sanando a los enfermos.
En Marcos 6:6
vemos parte de su ministerio de enseñanza era para combatir la incredulidad de
la gente que le impedía recibir lo mejor que Dios tenía para ellos: “Y estaba asombrado de la incredulidad de
ellos. Y recorría las aldeas de
alrededor, enseñando.”
La compasión
de Jesús era lo que lo motivaba a enseñarle muchas cosas a la gente, en Marcos
6:34 podemos verlo claramente: “Y salió
Jesús y vio una gran multitud, y tuvo
compasión de ellos, porque eran como
ovejas que no tenían pastor; y comenzó a
enseñarles muchas cosas.”
El amor de
Jesús era lo que le motivaba para que saliera la unción del maestro en Él para
enseñarles y sacarlos de la ignorancia espiritual en que se encontraban.
Sus palabras
eran tales que la gente se admiraba de su doctrina (enseñanza).
Marcos 1:27
27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus
inmundos, y le obedecen?
Cerca de 60
veces en los Evangelios la gente se refirió a Jesús como maestro, tanto sus
discípulos, como sus amigos, seguidores
y enemigos.
Un ejemplo es
su encuentro con Nicodemo, que era un fariseo culto y reconocido, que lo
reconoce como maestro de Israel.
Juan 3:1-2
1 Había un
hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,
un principal entre los judíos.
2 Este vino
a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como
maestro; porque nadie puede hacer estas
señales que tú haces, si no está Dios
con él.
Otro caso es
el del joven rico, quien llama a Jesús maestro bueno (Marcos 10:17).
Jesús mismo
dijo de si mismo que era maestro:
Mateo 23:8, 10
8 Pero
vosotros no queráis que os llamen Rabí;
porque uno es vuestro Maestro, el
Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
Juan 13:13
13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor;
y decís bien, porque lo soy.10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
Podemos ver cómo
es que Jesús mientras anduvo en la tierra operó en los 5 oficios del ministerio
quíntuple.
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