Friday, August 02, 2013

Jesús y la Oración - Parte 4

La Oración de Importunidad


Lucas 11:5-13
5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, 
6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; 
7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? 
8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. 
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 
10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 
11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 
12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Mucha gente cuando lee este verso piensa que debe estar continuando orando por lo mismo, “bombardeando las puertas del cielo” para obtener resultados para sus oraciones.

Cuantas veces al estar en reuniones he escuchado decir a la persona que dirige: "Vamos a bombardear las puertas del cielo hasta que Dios nos escuche." Cuando dicen esto siempre me imagino a los ángeles saliendo para destruir esas oraciones e impedir que siquiera lleguen a la puerta del cielo.

Lo que en realidad estaba enseñando Jesús es que al igual que una persona se levantaría a medianoche de la cama para darle pan a su amigo por su importunidad, cuanto mas Dios nos dará lo que les pidamos.

Santiago 1:5-7
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

La importunidad de la duda no recibe nada de Dios; es la importunidad de la fe la que recibe de Dios.

Andrew Murray dijo esto acerca de la oración: “No es de buen gusto pedirle a Dios por lo mismo una y  otra vez. Si aquello por lo que has orado no se a materializado, no pidas una y otra vez de la misma manera que lo hiciste la primera vez. Eso sería una confesión de que no creíste a Dios al principio.”

Si queremos ver resultados en nuestra oración, debemos hacer esto:

1. Recuérdale a Dios tu petición

2. Recuérdale lo que ha prometido en su Palabra

3. Recuérdale que estás esperando la respuesta.

4. Deja que esto sea una importunidad de fe.

Lucas 11:13
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

¿Por qué Jesús nos habla en Mateo de recibir buenas cosas y en Lucas de recibir el Espíritu Santo?

2 Pedro 1:3
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.

Porque Dios nos ha dado tanto las cosas espirituales como las naturales; solo debemos pedirlas.

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