Características de los Embajadores de Cristo
Hay varias características que tiene un embajador de Cristo, citemos algunas de ellas:
(1) Los embajadores son escogidos y Dios nos escogió en Cristo para ser sus representantes.
Como vimos en 2 Corintios 5:20, Dios nos escogió como sus embajadores, somos sus representantes aquí en la tierra.
En 1 Tesalonicenses 2:4 vemos que Dios nos ha confiado el Evangelio para que lo prediquemos: “sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.”
La Versión Arcas y Fernández lo pone de este modo: “Dios nos ha juzgado dignos de confiarnos su mensaje de salvación.”
Dios nos ha juzgado como dignos de confianza y nos ha encomendado Su Evangelio y nos hizo Sus representantes, dándonos una misión en la tierra, lleva el mensaje de la reconciliación al mundo.
(2) A los embajadores se les envía
Una de las características del embajador es que es enviado para cumplir una misión en un lugar determinado. El embajador no se queda en casa.
En Romanos 10 podemos ver como es que los creyentes somos enviados:
Romanos 10:13-15
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Como embajadores hemos sido enviados con un mensaje, para predicar las buenas nuevas de Jesucristo.
(3) A los embajadores se les protege.
Un embajador debe ser ciudadano de la nación que representa, y nosotros como cristianos somos ciudadanos del cielo.
Filipenses 3.20
20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.
La nación suple a sus embajadores de todo lo necesario y está lista para protegerlos. De la misma manera, siendo ciudadanos del cielo, Cristo suple todas nuestras necesidades y nos protege en todo momento.
Hebreos 13:5-6
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
(4) A los embajadores se les considera responsables
Los embajadores representan a sus países y dicen lo que se les instruye. Saben que un día rendirán cuenta de su trabajo.
Pablo se dio cuenta de esta responsabilidad:
1 Corintios 9:16-17
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
(5) A los embajadores se les llama de regreso si se declara guerra
Dios todavía no ha declarado guerra a este perverso mundo, pero un día lo hará.
1 Tesalonicenses 1:10
10 Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Hay un día venidero de la ira en que Dios juzgará a los malos, pero los cristianos serán llevados a su hogar antes de que llegue ese día.
1 Tesalonicenses 5:1–11
1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Nosotros, los creyentes, los embajadores de Dios, no atravesaremos la tribulación.
Nuestro mensaje como iglesia es de reconciliación: Dios reconcilió al mundo consigo mismo por Cristo en la cruz y ha provisto la salvación para todos los que crean en su Hijo. Nuestro mensaje no es de reforma social sino de regeneración espiritual. Representamos a Cristo al invitar al perdido a que le reciba.
Todos los creyentes somos embajadores, sea que aceptemos la comisión o no. Como Cristo dijo en Juan 20:21: “Como el Padre me envió, así también yo os envío;” así que tomemos nuestro lugar y anunciemos el Evangelio.
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