Nuestra Gran Comisión
1 Corintios 9:16-17
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
Pablo sabía claramente que tenía una comisión dada por Dios que era predicar el evangelio a toda criatura.
Veamos 1 Corintios 9:17 en varias versiones para ver la palabra "COMISIÓN"
Biblia en Lenguale Sencillo
17 Yo no puedo esperar que se me pague por anunciar la buena noticia, pues no se me preguntó si quería hacerlo; ¡se me ordenó hacerlo!
Versión Popular
17Por eso, si lo hiciera por propia iniciativa, tendría derecho a una recompensa; pero si lo hago por obligación, es porque estoy cumpliendo un encargo que Dios me ha dado.
La Biblia de las Américas
17 Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo se me ha confiado.
Nueva Biblia de los Hispanos
17 Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa; pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo (una mayordomía) se me ha confiado.
Nueva Versión Internacional
17 En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad, tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la tarea que se me ha encomendado.
Reina Valera 1909
17 Por lo cual, si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la dispensación me ha sido encargada.
Reina Valera 1995
17 Por eso, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
Reina Valera Actualizada
17 Por eso, si lo hago de buena gana, tendré recompensa; pero si lo hago de mala gana, de todos modos el llevarlo a cabo d me ha sido confiado.
Traducción en Lenguaje Actual
17 Yo no puedo esperar que se me pague por anunciar la buena noticia, pues no se me preguntó si quería hacerlo; ¡se me ordenó hacerlo!
En todas estas versiones podemos ver que esta comisión es una orden, un encargo de Dios, una mayordomía, una tarea, una dispensación.
Jesucristo mismo es quien nos encomendo hacer esta obra
Mateo 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Podemos ver que justo antes de ir al cielo Jesús le encargo a la iglesia lo que llamamos "La Gran Comisión".
Veamos en Marcos 16 más acerca de esta "Gran Comisión".
Marcos 16:15-20
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
En Lucas también encontramos acerca de esta Gran Comisión y vemos que aquí se nos llama testigos.
Lucas 24:44-49
44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Vemos aquí que somos testigos de la muerte y resurrección de Jesús, así que ese es nuestro mensaje
También vemos que no vamos desarmados al cumplimiento de la Gran Comisión sino que Dios nos ha dado armas espirituales para poder realizar esta Gran Comisión.
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