Wednesday, May 29, 2013

Como Ganar una Persona para Cristo en 5 Minutos

Como Ganar una Persona para Cristo en 5 Minutos


Ahora que hemos visto que tenemos no solo la comisión sino el respaldo de Dios para predicar el evangelio veamos como podemos ganar a los incrédulos en 5 minutos.

Este es un método sencillo y simple que aprendí hace muchos años en Young Life y que he utilizado con mucho éxito por más de 30 años.

A la hora de evangelizar no son necesarias muchas palabras, ni tampoco presentar demasiado argumentos y menos aún aconsejar a la gente, lo que debemos hacer es presentar el Evangelio con sencillez, después habrá tiempo para aconsejar a la gente cuando reciba a Jesús.

Teniendo esto en mente veamos como compartir el Evangelio:


1. Muéstrale que Dios le ama

Lo primero que tiene que saber la persona es que Dios no tiene nada en contra de
él y lo ama

Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Romanos 5:8
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Dios ama al hombre y ya hizo provisión para su salvación al enviar a Jesucristo para morir por él en la cruz.


2. Dile que es Pecador y por eso está muerto espiritualmente

A muchos creyentes no les gusta predicar esto, pero está es la condición de la persona sin Cristo. Se puede maquillar de muchas maneras pero no se puede negar esa realidad

En Romanos 3:23 dice: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."

Diles que la persona sin Cristo está en pecado y eso tiene una consecuencia según Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

La palabra muerte no significa el fin de la vida sino separación, debido al pecado el hombre está separado de Dios, lo que finalmente lo llevará al infierno.


3. Jesucristo es la solución de Dios para el hombre

En 2 Corintios 5:18 al 21 vemos el plan de Dios de salvación para el hombre: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconmbrciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”

Dios ya no tiene nada en contra del hombre, Jesús en la cruz tomó el pecado del hombre y nos perdonó. Pero aunque el perdón está dispuesto, el hombre debe hacer algo, reconciliarse con Dios.

En todas las cosas de Dios hay dos partes, la parte de Dios y la parte del hombre. A pesar de que Dios proveyó la salvación por medio de Jesús, el hombre no puede ser salvado si no recibe a Jesús; y por otro lado, el hombre no puede llegar a salvarse por sus propias acciones,


4. Dile que necesita recibir a Jesús como Señor y Salvador

Lo más importante es que la persona reciba a Jesús como su Señor y Salvador.

En Juan 1:12 dice: "Más a todos los que le recibieron les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios." Y en Romanos 10:9-10 dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”


5. Has que reciba a Jesús

Entonces en este momento pregúntale: "¿Quieres recibir a Jesús en tu corazón?"

Muchos creyentes se quedan en este punto, han presentado el Evangelio y la persona está lista para entregarle su vida al Señor, pero por temor o verguenza no le dan la oportunidad. 

Es por eso que en ese momento le debes decir que haga contigo la oración del pecador. 

Dile que repita en voz alta contigo:

Señor Jesús, 
Te doy las gracias por morir por mi en la cruz. Te entrego hoy mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador.
En tu nombre. Amén

Ya lo has ganado para el Señor.

Sunday, May 26, 2013

Las Armas de Nuestra Milicia

Las Armas de Nuestra Milicia 



Dios no nos ha dado esta Gran Comisión sin darnos las armas necesarias para poder cumplirla. 

2 Corintios 10:3-5 
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 
4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 
5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo

Para poder hacer la gran comisión Dios nos ha dado una seríe de armas espirituales que nos ayudarán a cumplir con nuestra labor. 

No debemos decir que no podemos, porque no es solo nuestro esfuerzo sino que trabajamos juntamente con Dios. 

Veamos nuestras armas 


1. La Palabra de Dios 

Isaías 55:10-11
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,  sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 

Esta es el arma más poderosa que tenemos, la Palabra de Dios que como espada de doble filo llega al fondo del corazón del incrédulo. 

Hebreos 4:12
12  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,  y más cortante que toda espada de dos filos;  y penetra hasta partir el alma y el espíritu,  las coyunturas y los tuétanos,  y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 

Cuando predicamos la Palabra de Dios esta hace lo que quiere y logra que la persona que nos escucha pueda nacer de nuevo

2. Tenemos la Unción en Nosotros 
1 Juan 2:20, 27
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas,  y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 

Cada creyente ha sido ungido por Dios; esa La unción que tenemos en nosotros es la presencia de Cristo en nosotros a través del Espíritu Santo en nuestro interior.
Como dice en 1 Juan 4:4: “El mayor vive en nosotros”; por eso cuando predicamos no lo hacemos solos sino que con la ayuda de la unción en nuestro interior.

3. El Espíritu Santo convenciendo al mundo de pecado 
Juan 16:7-11
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 
9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 
10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 

La Traducción en Lenguaje Actual pone el verso 8 así: Cuando el Espíritu venga, hará que los de este mundo se den cuenta de que no creer en mí es pecado.”
Aquí vemos como es que el Espíritu Santo convence al mundo de su pecado, que es en esencia el no creer en Jesús.

4. El Poder de Dios para Testificar 
Hechos 1:4-9
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 
6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 
7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado,  y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 

Cuando recibimos el bautismo con el Espíritu Santo recibimos el poder de Dios para testificar.

5. Las Señales que nos Acompañan 
Marcos 16:17-18
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

La palabra señal es la griega semeíon; que significa un hecho sobrenatural; un milagro, una señal, un signo.
Nuestro evangelio es un evangelio de poder así que aprovechemos y usemos las señales milagrosas que Dios nos dio.

6. Jesucristo Predica Junto con Nosotros 
Marcos 16.20
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. 

Esta es una de las verdades más maravillosas, cuando predicamos, Jesús está a nuestro lado predicando con nosotros
La Biblia en Lenguaje sencillo lo coloca así: Y los discípulos, por su parte, salieron a anunciar por todas partes las buenas noticias del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales, y así Dios demostraba que los discípulos predicaban el mensaje verdadero.”
Jesús trabaja con nosotros cuando predicamos el evangelio así que prediquemos con entera confianza sabiendo que no estamos solos

Conclusión
Teniendo estas poderosas armas vayamos y alcanzamos al mundo sabiendo que no estamos solos sino que tenemos el respaldo de Dios para cumplir esta Gran Comisión.

Friday, May 24, 2013

Nuestra Gran Comisión

Nuestra Gran Comisión


1 Corintios 9:16-17
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.

Pablo sabía claramente que tenía una comisión dada por Dios que era predicar el evangelio a toda criatura. 

Veamos 1 Corintios 9:17 en varias versiones para ver la palabra "COMISIÓN"

Biblia en Lenguale Sencillo
17 Yo no puedo esperar que se me pague por anunciar la buena noticia, pues no se me preguntó si quería hacerlo; ¡se me ordenó hacerlo!
Versión Popular
17Por eso, si lo hiciera por propia iniciativa, tendría derecho a una recompensa; pero si lo hago por obligación, es porque estoy cumpliendo un encargo que Dios me ha dado.

La Biblia de las Américas 
17 Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa  pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo se me ha confiado. 

Nueva Biblia de los Hispanos
17 Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa; pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo (una mayordomía) se me ha confiado. 

Nueva Versión Internacional
17 En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad, tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la tarea que se me ha encomendado.

Reina Valera 1909
17 Por lo cual, si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la dispensación me ha sido encargada.

Reina Valera 1995
17 Por eso, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.

Reina Valera Actualizada
17 Por eso, si lo hago de buena gana, tendré recompensa; pero si lo hago de mala gana, de todos modos el llevarlo a cabo d me ha sido confiado.

Traducción en Lenguaje Actual
17 Yo no puedo esperar que se me pague por anunciar la buena noticia, pues no se me preguntó si quería hacerlo; ¡se me ordenó hacerlo!

En todas estas versiones podemos ver que esta comisión es una orden, un encargo de Dios, una mayordomía, una tarea, una dispensación.

Jesucristo mismo es quien nos encomendo hacer esta obra

Mateo 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Podemos ver que justo antes de ir al cielo Jesús le encargo a la iglesia lo que llamamos "La Gran Comisión".

Veamos en Marcos 16 más acerca de esta "Gran Comisión".

Marcos 16:15-20
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.   
17 Y estas señales seguirán a los que  creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 
20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

En Lucas también encontramos acerca de esta Gran Comisión y vemos que aquí se nos llama testigos.

Lucas 24:44-49
44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 
45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 
48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Vemos aquí que somos testigos de la muerte y resurrección de Jesús, así que ese es nuestro mensaje

También vemos que no vamos desarmados al cumplimiento de la Gran Comisión sino que Dios nos ha dado armas espirituales para poder realizar esta Gran Comisión.

Friday, May 17, 2013

Características de los Embajadores de Cristo


Características de los Embajadores de Cristo 

Hay varias características que tiene un embajador de Cristo, citemos algunas de ellas:


(1) Los embajadores son escogidos y Dios nos escogió en Cristo para ser sus representantes. 

Como vimos en 2 Corintios 5:20, Dios nos escogió como sus embajadores, somos sus representantes aquí en la tierra.

En 1 Tesalonicenses 2:4 vemos que Dios nos ha confiado el Evangelio para que lo prediquemos: “sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos;  no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.”

La Versión Arcas y Fernández lo pone de este modo: “Dios nos ha juzgado dignos de confiarnos su mensaje de salvación.”

Dios nos ha juzgado como dignos de confianza y nos ha encomendado Su Evangelio y nos hizo Sus representantes, dándonos una misión en la tierra, lleva el mensaje de la reconciliación al mundo.


(2) A los embajadores se les envía

Una de las características del embajador es que es enviado para cumplir una misión en un lugar determinado. El embajador no se queda en casa.

En Romanos 10 podemos ver como es que los creyentes somos enviados:

Romanos 10:13-15
13  porque todo aquel que invocare el nombre del Señor,  será salvo. 
14  ¿Cómo,  pues,  invocarán a aquel en el cual no han creído?  ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído?  ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 
15  ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?  Como está escrito:  ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz,  de los que anuncian buenas nuevas! 

Como embajadores hemos sido enviados con un mensaje, para predicar las buenas nuevas de Jesucristo.


(3) A los embajadores se les protege. 

Un embajador debe ser ciudadano de la nación que representa, y nosotros como cristianos somos ciudadanos del cielo.

Filipenses 3.20
20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.

La nación suple a sus embajadores de todo lo necesario y está lista para protegerlos. De la misma manera, siendo ciudadanos del cielo, Cristo suple todas nuestras necesidades y nos protege en todo momento. 

Hebreos 13:5-6
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.


(4) A los embajadores se les considera responsables

Los embajadores representan a sus países y dicen lo que se les instruye. Saben que un día rendirán cuenta de su trabajo.

Pablo se dio cuenta de esta responsabilidad:

1  Corintios 9:16-17
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y  ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! 
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré;  pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 


(5) A los embajadores se les llama de regreso si se declara guerra 

Dios todavía no ha declarado guerra a este perverso mundo, pero un día lo hará. 

1 Tesalonicenses 1:10
10 Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

Hay un día venidero de la ira en que Dios juzgará a los malos, pero los cristianos serán llevados a su hogar antes de que llegue ese día.

1 Tesalonicenses 5:1–11
1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones,  no tenéis necesidad,  hermanos,  de que yo os escriba.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad,  entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina,  como los dolores a la mujer encinta,  y no escaparán.
4 Mas vosotros,  hermanos,  no estáis en tinieblas,  para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día;  no somos de la noche ni de las tinieblas.
6 Por tanto,  no durmamos como los demás,  sino velemos y seamos sobrios.
7 Pues los que duermen,  de noche duermen,  y los que se embriagan,  de noche se embriagan.
8 Pero nosotros,  que somos del día,  seamos sobrios,  habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor,  y con la esperanza de salvación como yelmo.
9 Porque no nos ha puesto Dios para ira,  sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos,  o que durmamos,  vivamos juntamente con él.
11 Por lo cual,  animaos unos a otros,  y edificaos unos a otros,  así como lo hacéis. 

Nosotros, los creyentes, los embajadores de Dios, no atravesaremos la tribulación.


Nuestro mensaje como iglesia es de reconciliación: Dios reconcilió al mundo consigo mismo por Cristo en la cruz y ha provisto la salvación para todos los que crean en su Hijo. Nuestro mensaje no es de reforma social sino de regeneración espiritual. Representamos a Cristo al invitar al perdido a que le reciba. 

Todos los creyentes somos embajadores, sea que aceptemos la comisión o no. Como Cristo dijo en Juan 20:21: “Como el Padre me envió, así también yo os envío;” así que tomemos nuestro lugar y anunciemos el Evangelio.

Tuesday, May 14, 2013

Somos Embajadores de Cristo


Somos Embajadores de Cristo

2 Corintios 5:17-21 
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Tú y yo creyentes hemos sido llamados a un ministerio, el ministerio de la reconciliación. 

La palabra ministerio es un servicio o tarea encomendada, a los creyentes se nos encomendó el mensaje de la reconciliación.

Este mensaje es bien sencillo, Dios reconcilió consigo mismo al mundo por medio de la obra de Cristo en la cruz; es decir, Dios ya no tiene nada contra el hombre, ahora el hombre tiene plena libertad para entrar a la presencia de Dios.

Hebreos 10:19
19  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo.

Ya no hay nada que impida al hombre entrar en la misma presencia Dios, solo debe entrar con confianza al mismo lugar donde Dios habita, a su misma presencia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Franklin Delano Roosevelt era presidente de los Estados Unidos.

Cierto día, en que había una gran cantidad de personas que estaban en su oficina tratando de entrevistarse  con él, un niño de cuatro años pasó corriendo y se metió en su despacho. El presidente cerró la puerta y se quedó media hora con el niño. 

La gente en la oficina empezó a protestar, pues algunos habían estado esperando  durante varias horas.

Al oírlos, la secretaria del presidente les dijo que no se quejasen tanto, pues el niño que había pasado era el nieto del presidente.

Nosotros como hijos de Dios tenemos plena libertad ahora para entrar a la presencia de Dios, y todo esto gracias a la obra completa de Cristo en la cruz, la cual permitió que estuviésemos reconciliados con Dios.

Como dice Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

Es esa obra de amor de Dios en la que el hombre recibió su reconciliación con Dios, Dios ya no tiene nada contra el hombre, sus pecados ya fueron lavados por la sangre de Cristo; Dios ya no se los toma en cuenta más.

Lo más triste es que mucha gente está yéndose al infierno teniendo sus pecados ya perdonados, es por eso que Dios nos dio este maravilloso mensaje de la reconciliación, para que el mundo pueda saber que ya es libre del pecado y que pueden venir libremente a Dios por la obra completa de Cristo en la cruz.

En 2 Corintios 5:20 podemos ver la labor que hoy tenemos como ministros de la reconciliación: “Así pues, somos embajadores en nombre de Cristo, que es como si Dios os hablase por medio de nosotros. Por tanto, en el nombre de Cristo os rogamos que aceptéis la oferta de reconciliaros con Dios” (Versión Castillian).

Cuando recién me convertí conocí un joven muy alegre a quien llamábamos Polito, un día el me dio su tarjeta en la que decía: “Álvaro Pérez – Embajador”.

Le dije: “Wow, ¿Cómo una persona tan joven puede ser embajador”; él me respondió: “En 2 Corintios 5:20 dice que somos embajadores de Cristo.”

Eso se me quedo grabado desde ese momento, soy un embajador de Cristo.

Un embajador es un ministro público que goza de varias preeminencias, en especial el hecho de que se le considera como representante de la persona misma del jefe del estado que lo envía y acredita cerca del de otra potencia extranjera.

En Romanos 10:14-15 dice: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”

Nuestro mensaje como embajadores de Cristo es el evangelio; que Jesús ya pagó el precio de nuestra paz en la cruz; Dios ya no estaba en guerra contra los pecadores; los pecadores ahora pueden creer y ser salvos. 

Monday, May 06, 2013

E. W. Kenyon - Dos Clases de Justicia - Parte 7 - Restaurando la Justicia Perdida


Restaurando la Justicia Perdida

Este era el mayor problema de Dios. ¿Cómo podía restaurar la justicia perdida al hombre de manera legal y seguir siendo justo? Los primeros ocho capítulos de Romanos tratan con este problema y nos dan la solución. Efesios 2:12 dice: "Sin esperanza y sin Dios en el mundo." El hombre caído está sin Dios y si esperanza. Está muerto espiritualmente, es participante de la naturaleza de Satanás. No tiene acceso a Dios. No tiene ciudadanía ni derecho legal a apelación. Es como un convicto de la prisión estatal.

Está en unión espiritual con el enemigo de Dios. Su naturaleza está en enemistad contra Dios. No está sujeto a la voluntad de Dios, y no puede hasta ser recreado (Romanos 8:27). ¿Cómo pudo Dios reconciliar al hombre consigo mismo, haciéndolo justo, y restaurándolo a una comunión perfecta? Esto solo pudo ser hecho por Dios por medio de Su Hijo tomando el lugar del hombre, cumpliendo cada demanda de la justicia, y bajándolo al nivel de un hombre perdido (2 Corintios 5:17-21).

Esto es lo que Jesús hizo, y cuando cumplió completamente los clamores de la justicia, Él fue justificado en el espíritu. No solo fue justificado en el espíritu, sino también fue vivificado en el espíritu. El fue recreado de modo que Dios dijo de Él: "Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy." Cuando Jesús fue declarado justo, justificado y vivificado, entonces fue restaurado a la perfecta comunión con el Padre.

Después de ser restaurado a la comunión perfecta con el Padre y pudo entrar al cielo como si nunca hubiese pecado, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Fue hecho la perfecta sustitución del hombre. Esto lo hizo posible no solo para que Dios justifique al hombre, sino para recrearlo perfectamente. Debido a esto, el hombre fue reconciliado con Dios. Ahora  tiene derecho al compañerismo y la comunión con el Padre, a estar en Su presencia como si nunca hubiera pecado.

El hecho de que Jesús pudo salir de la morada de los perdidos e ir directamente a la presencia del Padre es la prueba de que el pecador más vil puede hacer lo mismo por medio de Jesucristo nuestro Señor.

No hay ninguna diferencia en cuán malo sea un hombre, si él toma a Cristo como su Salvador y le confiesa como Su Señor, Dios lo hace una nueva creación. Ese hombre se convierte en la justicia de Dios en Cristo. La justicia se convierte en una realidad viva en él.

En el huerto, Adán tuvo perfecta comunión con Dios. Ninguna obra que Dios pueda hacer por el hombre sería perfecta a menos que le diese de vuelta su justicia perdida, su privilegio perdido a la comunión y su dominio perdido. Su justicia y comunión perdidas son restauradas en la Nueva Creación. En el momento que su justicia es restaurada, su dominio perdido también es restaurado mediante el uso del Nombre de Jesús. "De cierto,  de cierto os digo,  que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre,  os lo dará."