Clases de Oración
Orando en todo tiempo en el Espíritu (en cada ocasión y período de tiempo); con toda [clase] de oración y súplica
-Efesios 6:18
En la Biblia encontramos varias clases de oraciones dependiendo de aquello que necesitemos de Dios; y para cada clase de oración se aplican diferentes reglas.
Es como en los deportes; cada deporte se juega de diferente manera y con sus propias reglas. Tu no juegas el fútbol con las reglas del voley; ni tampoco con las del box.
Imagínate, estas en medio de un partido de fútbol, el delantero rival entra a tu área dispara al arco y el defensa salta eleva sus manos de un golpe a la pelota y grita mate.
Aparentemente salvó a su equipo, pero el arbitro viene lo expulsa y decreta penal en contra de su equipo.
¿Por qué? Porque uso la regla equivocada. En el fútbol no se puede tocar la bola con la mano cuando este en movimiento, excepto por el portero en su arco.
Así hacemos muchas veces con la oración, mezclamos las reglas y hacemos oraciones inefectivas.
Por ejemplo, mucha gente termina la oración de petición diciendo “si es TÚ voluntad”. La gente está perdiendo su tiempo porque esa no es la regla para hacer la oración de petición sino para la oración de consagración.
Mateo 26:36-44
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
Aquí Jesús le está diciendo al Padre: “Quita de mi esta copa si es Tú voluntad, pero que no se haga mi voluntad sino la Tuya.”
En este tipo de oración una persona se consagra para hacer la voluntad del Padre.
Por ejemplo si Dios té esta llamando para ir a la tribu mas alejada del África donde ni siquiera existe el tambor; tu oras: “Padre te pido que me lleves al África si es tu voluntad.”
Por otro lado, cuando tu haces la voluntad de Dios tu ya conoces la voluntad de Dios.
En 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
Por eso, cuando tu haces la oración de petición, conoces la escritura que te promete lo que quieres recibir de Dios y por eso pides confiadamente.
Además la oración de petición la hacemos al Padre en el nombre de Jesús; no “si es Tú voluntad.”
Al orar de esa manera estamos orando en incredulidad, pues si no hay respuesta a tu oración... “es que no era la voluntad de Dios.”
Así ocurre con toda clase de oración, si sigues la regla incorrecta no tendrás el resultado que deseas.
Por eso, en las siguientes entradas veremos las diversas clases de oración para no confundirnos.
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