Lo Que Jesús Enseñó Acerca de la Oración
En esta enseñanza veremos las cosas que Jesús enseñó acerca de la oración.
Él nos dio prácticas y hermosas lecciones acerca de cómo, que y por qué debemos orar; en esta clase veremos en detalle las cosas que Jesús enseñó.
La Oración Privada
Mateo 6:5-6
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Aunque este pasaje nos habla de la oración en privado, eso no significa que toda oración deba hacerse en privado, ya que de ese modo no podríamos hacer la oración de acuerdo ni la oración unida.
En el libro de Hechos podemos ver varios casos en que la iglesia oró unida.
Hechos 4:24,31
24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay.
31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Hechos 12:12
12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.
Hechos 13:1-3
1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Si la iglesia puede orar unida, ¿de qué nos esta hablando Jesús?
Del peligro de orar solamente para que las personas nos vean. Hay personas que solo oran en público para que mostrar lo espirituales que son. Nuestra oración no es para ser aplaudida por la gente sino para ser oída por Dios.
Nuestra oración debe ser un tiempo de comunión íntima con Dios, para poder hablar con tú Padre en plena libertad.
Es por eso que debemos aprender a tener una vida privada de oración.
La oración en público es vital para la vida de iglesia; el orar juntos como familia es vital para la fortaleza espiritual del hogar; pero la oración privada es esencial para la vida espiritual del creyente.
Hechos 9:11
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora.
Lo primero que hizo Saulo después de conocer a Jesús fue orar en privado.
Debemos pasar un tiempo diario de comunión con Dios.
La Oración Repetitiva
Mateo 6:7-8
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
La Versión de Arcas y Fernández lo pone más claro: “Y al orar no os pongáis a repetir palabras y palabras, como hacen los paganos, que se imaginan que Dios los escucha solamente cuando dicen largas oraciones.”
Los paganos de entonces, tal como sucede hoy, pensaban que por repetir una y otra vez las mismas oraciones serían escuchados por sus dioses.
Pero Jesús nos llamó a orar, no a rezar, el rezar es repetir una y otra vez las mismas oraciones, pensando que por hacerlo Dios nos va ha escuchar.
Es como a muchos niños que les enseñan a rezar: "Ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día."
Esa oración no sirve de nada, porque en primer lugar, la Biblia nos dice que no oremos a los ángeles. Y en segundo lugar porque no tiene sentido orar una y otra vez lo mismo cuando Jesús dijo que no habrían resultados.
En muchos lugares tienen sus famosos “libros de oración”, que tienen las mismas oraciones que repiten una y otra vez, pero que nunca tienen respuesta porque no son escuchadas por Dios. En realidad las oraciones que hacen son para ellos mismos pero no para Dios.
Dios conoce las cosas que necesitamos aun antes que se las pidamos, así que no tenemos que estar repitiendo oraciones una y otra vez sino sencillamente pedirle lo que deseemos porque Mateo 7:7 dice: “Pedid y se os dará”.
Marcos 11:24
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
La oración que Dios escucha, es nuestra oración de fe.
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