Por Qué Hemos Fallado
La iglesia ha sido muy fuerte en enseñarle al hombre su necesidad de Justicia, su debilidad y falta de capacidad para agradar a Dios. Ha sido muy fuerte en su denuncia de los pecados de los creyentes. Ha predicado contra la incredulidad, la conformidad con el mundo, y la falta de fe, pero ha sido tristemente deficiente en mostrar la verdad de lo que somos en Cristo, o como es que la Justicia y la fe están disponibles para nosotros.
La mayoría de nuestros himnos pone la redención como si fuera posterior a la muerte.
Tendremos descanso cuando estemos en el cielo. Tendremos victoria cuando alcancemos el cielo. Tendremos paz con Dios cuando entremos al cielo. No habrán más fracasos cuando estemos en el cielo. En este lado no tenemos nada más que fracaso, miseria, desengaño y debilidad.
¿Qué quiso decir cuando dijo: “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”? ¿Cuándo seremos completos? ¿En esta vida o en la otra? ¿Qué quería decir en Romanos 8:37: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”? ¿Cuándo seremos más que vencedores? ¿Acaso será después de la muerte cuando dejemos este valle de lágrimas? Y Filipenses 4:13 dice:“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
¿Cuándo seremos capaces de hacer todas estas cosas? ¿Será después de terminar nuestra carrera y estar con Él en el Nuevo Cielo y en la Nueva Tierra? En Romanos 8:1 Él declara: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.” ¿Cuándo será esto nuestro? No hemos escuchado nada más que prédicas de condenación. El ministerio no hace distinción entre santos y pecadores. ¿Cuando es que Romanos 5:1 se volverá una realidad? “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
En el presente los ministros no predican paz. Siempre está en el futuro. ¿Cuándo encontraremos esa cosa gloriosa llamada Paz? ¿Cuándo es que Jesús nos fue hecho “sabiduría, justificación, santificación y redención”? ¿Vendrá a nosotros con la muerte, o es un hecho para nosotros ahora? “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Sabemos que la primera parte es verdad, ¿pero la segunda parte lo es? ¿Nos volveremos justos en la vida presente, o después de la muerte?¿Esta justicia es simplemente “atribuida” a nosotros, o nos volvemos justos en Él? ¿Esta redención es metafísica o es una realidad? ¿Judas 24 depende de nosotros? “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.”
Esta presencia de la que habla aquí en la que seremos puestos con gran alegría, ¿es para después de la muerte o para ahora? Para mi es muy claro que vivimos ahora en Su presencia. Si Él no puede presentarnos “ahora” ante Su presencia con gran gozo, ciertamente no puede presentarnos ante la presencia del Padre con gran gozo después de la muerte.
Si se requiere de la muerte para limpiarnos del pecado, se nos ha dejado ante un dilema infeliz. La muerte es del diablo. Eso indicaría que Dios en Su redención fue incapaz de darnos victoria, que Él necesitaba del diablo para completar Su obra redentora. Yo creo que lo que dice la Escritura es absolutamente verdad, que Dios mismo es nuestra justicia, y que nosotros somos la justicia de Dios en Él. Estoy convencido que somos participantes de la naturaleza divina. No hay condenación para nosotros que “andamos en luz, como él está en luz.”
La totalidad de la enseñanza de la iglesia acerca de la separación del mundo es vaga e ilusoria. Una rama de la iglesia enseña que los que hemos nacido de nuevo todavía tenemos “la naturaleza caída”, Esa es la naturaleza de pecado que vino sobre Adán en la caída. ¿Qué es lo que esto significa? Juan 8:44 es la Escritura que lo explica: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo.” Esa es la naturaleza de Satanás. Satanás le impartió al hombre su naturaleza. Ellos reconocen el hecho que Dios proveyó un nuevo nacimiento pero ese Nuevo nacimiento es un gran fracaso. Lo único que puede hacer es darnos vida eterna y perdonarnos. No puede quitar la vieja naturaleza de nosotros. Eso no está en la Palabra. En 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Un hombre no puede estar en Cristo y tener la naturaleza del diablo en él. Es de la familia de dios o de la familia de Satanás. En 1 Juan 3:10 dice: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo.” No hay un desarrollo real de la fe, ni una fuerte vida cristiana victoriosa con esta concepción mezclada. Somos nuevas creaciones o no lo somos. Hemos pasado de muerte a vida o no lo hemos hecho. Cuando dijo: “El pecado no se enseñoreará de ti”, quería decir exactamente lo que dijo. Si vives una vida de debilidad y derrota es porque no sabes quién eres en Cristo.
La necesidad suprema de esta hora para la iglesia es saber lo que somos en Cristo, como nos ve el Padre, y como considera que debemos ser. En Efesios 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.” En Colosenses 1:21-22: “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.”
Esto ya ha sido hecho en Cristo. Tú permaneces completo delante de Él en Cristo. En Efesios 5:27 dice: “A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” En la mente de la mayoría de las personas esto será después de la muerte. Pero esto no es verdad. Ahora presentados sin mancha ni arruga.
¿Piensas que cualquier creyente lleno de pecado (de la forma que se usa ese término) podría estar en Cristo y mantenerse sin mancha ni arruga delante de Él? Si Él no puede quitar la naturaleza de pecado de nosotros cuando nacemos de nuevo, si los méritos de la sangre no alcanzan ni borran esto, ¿cómo podríamos entonces estar bien? No cuando muramos, porque Satanás es el autor de la muerte. Yo declaro ante los ángeles del cielo, los demonios y todos los ejércitos del infierno, que la obra redentora de dios no necesita la ayuda de Satanás para hacernos completos ante de la presencia de Dios.
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