La Oración de Alabanza
Hechos 16:16-24
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
19 Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;
20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
21 y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.
22 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas.
23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.
Aquí están Pablo y Silas haciendo la voluntad de Dios, predicando la Palabra en la ciudad de Filipos, acabando de tener una gran victoria espiritual, le han dado una paliza al diablo, y que reciben a cambio, terminan azotados y encerrados con cepos en la parte más profunda y oscura de la prisión.
Casi puedo escucha a Silas diciéndole a Pablo: “Creo que no debimos meternos con el diablo;” y Pablo le respondió: “Si, me parece que nos salimos de la voluntad de Dios, no debimos venir a predicar a Filipos.”
“Ay Pablo, que van a decir ahora mi familia y amigos al saber que he estado en la cárcel; nunca voy a poder levantarme de esta vergüenza;” Pablo le dijo: “Creo que entendí mal la visión del Señor.” Y Pablo y Silas estuvieron llorando toda la noche.
¿Fue así o me equivoco?
Hechos 16:25
25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Quizás muchos de nosotros hubiéramos hecho eso, pero ellos estaban alabando a Dios.
Era la medianoche, la hora mas oscura y ellos estaban cantando alabanzas a Dios. Y no estaban cantando suavemente, sino que gritaban a todo pulmón ya que todos los presos los oían.
Hechos 16:26
26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
El resultado de alabar a Dios fue que quedaron libres de la prisión donde estaban. La alabanza les trajo liberación.
Esto es una gran lección para nosotros, aún en medio de la prueba más dura debemos alabar a Dios y recibir la victoria.
Alabando a Dios en Medio de la Batalla
2 Crónicas 20:1-4
1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
Aquí están Josafat y todo el reino de Judá en medio de una invasión de varios ejércitos; así que lo primero que hace Josafat es humillarse ante Dios y proclamar un ayuno para buscar la dirección de Dios.
Salmo 24:8
8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
Ellos buscaron a Dios ya que como Comandante en Jefe de los ejércitos celestiales conoce la mejor estrategia para vencer en la batalla.
2 Crónicas 20:14-17
14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; 15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
17 No habrá para que peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
Dios les dijo que no era con sus fuerzas con lo que lograrían la victoria, la batalla era del Señor, y que el les daría la victoria sin que ellos peleen.
2 Crónicas 20:18-19
18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
Es evidente que durante la noche Dios le dio el resto del plan a Josafat pues cuando se despertó, el sabía exactamente lo que tenía que hacer.
2 Crónicas 20:20-21
20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos Salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
La estrategia de Dios era algo que iba en contra de todo sentido común; les dijo que sencillamente lo alabasen.
El plan militar de Dios era que en primera línea pusieran a los ministros de música alabando a Dios y detrás la gente armada.
Es posible que los ministros de música hayan salido cantando el Salmo 136; pues es un Salmo que dice continuamente: “...porque para siempre es su misericordia”.
Muchas veces estamos en una solución sin salida, en medio del más grande ataque, lo único que nos queda es alabar a Dios porque ya nos dio la victoria.
Tres Claves Para Alabar a Dios
1. Alaba a Dios por lo que Él es
El Salmo 136 tiene tres partes; en la primera exalta a Dios como el gran Jehová.
Salmo 136:1-9
1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.
2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia.
3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.
4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia.
5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia.
6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia.
7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia.
8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia.
9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.
El pueblo de Israel pasaba gran tiempo exaltando a Dios por lo que el era; el Gran Dios de los dioses.
2. Alaba a Dios por lo que Él Hizo por Ti
Salmo 136:10-15
10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.
11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia.
12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia.
13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia;
14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia;
15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia.
La segunda parte es un recordatorio de lo que Dios había hecho por ellos.
Los israelitas alababan a Dios por lo que iba ha hacer, basados en las cosas que había hecho antes.
Nosotros deberíamos aprender de esto, alabar a Dios en fe recordando las cosas que ya hizo por nosotros y las victorias que nos ha dado.
3. Alaba a Dios por lo que Él te ha Dado
Salmo 136:16-26
16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia.
17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;
18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;
19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia;
20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;
21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia;
22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia.
23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia;
24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.
25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia.
26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia.
En la tercera parte, el salmista recuenta las victorias que Dios le ha dado a Israel para hacerlos entrar en la tierra prometida.
Si estás creyendo en Dios por algo, alábale por las cosas que te dio antes, si el hizo algo por ti antes lo hará nuevamente por ti.
Cada vez que estemos tentados a deprimirnos debemos recordar las victorias que Dios nos ha dado, pues si el hizo algo antes para bendecirnos, volverá ha hacerlo otra vez.
La Estrategia Militar de Dios
2 Crónicas 20:22-25
22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
24 Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado.
25 Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho.
Apenas empezaron a entonar cantos de alabanza los ejércitos enemigos empezaron a matarse uno a otro hasta no quedar ninguno. Como Dios les había dicho antes, no tuvieron que pelear, pues Dios les dio victoria total.
¿Qué podemos aprender nosotros de esto?
En primer lugar Dios está siempre a favor de sus hijos.
Romanos 8:31
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
En segundo lugar que Satanás, nuestro enemigo está en el mundo
2 Corintios 4:4
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Satanás intenta destruir la iglesia con todas sus fuerzas.
En tercer lugar que no puede hacernos daño.
Isaías 54:17
17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
La batalla no es nuestra sino de Dios, solo debemos ir y alabarlo para poder recibir la victoria en nuestras vidas.
Siguiendo el Ejemplo de Abraham
Romanos 4:16-19
16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Abraham tuvo que enfrentar una situación aparentemente imposible; Dios le dijo que iba a tener un hijo de su esposa estéril y cuando ya tenía 99 años.
Génesis 18:9-14
9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Dios le hizo una promesa que humanamente no era posible.
Romanos 4:20-22
20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia.
Abraham hizo 2 cosas:
En primer lugar, creyó en la promesa que Dios le hizo.
En segundo lugar, se mantuvo firme alabando a Dios con la seguridad que Dios iba a cumplir lo que había prometido.
Eso es en lo que consiste la oración de alabanza: Encontrar las promesas de Dios y alabar a Dios de todo corazón porque el es fiel en cumplir las cosas que ha prometido..
Y eso es lo que debemos hacer en medio de la noche más oscura, en medio de la batalla más complicada, en medio de la situación más imposible.
Encuentra la promesa de Dios y empieza a darle las gracias porque ya es tuyo.
1 comment:
Simplemente una bendicion sus enseñanzas..maestro RicardoBotto,nunca deje de publicar siempre hay alguien a quien esto le puede salvar la vida...amen
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